eJournals Vox Romanica 80/1

Vox Romanica
0042-899X
2941-0916
Francke Verlag Tübingen
10.2357/VOX-2021-023
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2021
801 Kristol De Stefani

Carlos Alvar/Guillermo Alvar Nuño, Normas de comportamiento en la mesa durante la Edad Media, Madrid (Sial ediciones) 2020, 366 p. (Colección Sial/ Trivium)

2021
Pablo Dominguez
376 DOI 10.2357/ VOX-2021-023 Vox Romanica 80 (2021): 376-380 Besprechungen - Comptes rendus of Modern Catalan: Cultural and Linguistic Evolution» (Miquel Nicolás) and «Renaixença» ( Jenny Brumme) retrace the rise, decadence and resurrection of Catalan as a written language of literature, culture and administration. The following sub-section «Towards Language Institutionalization» contains the two articles «The Language Reform, the lnstitut d'Estudis Catalans and the Work of Pompeu Fabra» (August Rafanell) and «From Pompeu Fabra to the Present Day: Language Change, Hindrance to Corpus and Status Planning» (August Rafanell). The section is closed by articles on «Onomastics: Personal Names and Place Names» (Albert Turull) and «Translation» (Montserrat Bacardí and Joaquim Mallafrè). The last main section, finally, is dedicated to sociolinguistics and the sociology of language. Under the section titel «Catalan Today», 9 articles treat the subjects «Languages in Contact: A Sociocultural Approach» ( Joan A. Argenter), «Language Demography» (F. Xavier Vila), «Language Law and Language Policies» (Eva Pons), «Teaching and Learning of Catalan» (F. Xavier Vila), «Catalan in the Mass Media: The Rise of Stylebooks» (Oriol Camps Giralt and Aina Labèrnia Romagosa), «Terminology and Neology» (M. Teresa Cabré and M. Amor Montané), «Language Ideologies in Society» (Emili Boix-Fuster and Kathryn A. Woolard), «Migration in Catalonia: Language and Diversity in the Global Era» ( Joan Pujolar) and «Catalan Worldwide» (August Bover i Font). This publication covers many subjects also treated in another collective work dedicated to Catalan linguistics, namely the great Gramàtica del català contemporani in three large volumes, edited by Joan Solà et al. in 2002. However, the editors of the Manual of Catalan Linguistics did not succumb to the temptation of basically reproducing a shortened version of the Gramàtica, superficially translated into English. Rather, the Manual is carefully edited towards a non Catalan-speaking audience of international linguists who may or may not be familiar with Catalan and its culture, thus opening this rich field of linguistic research to readers outside of Catalan or even Romance Philology. Hans-Ingo Radatz (Bamberg) ★ Carlos Alvar/ Guillermo Alvar Nuño, Normas de comportamiento en la mesa durante la Edad Media, Madrid (Sial ediciones) 2020, 366 p. (Colección Sial/ Trivium). En esta monografía los profesores Carlos Alvar y Guillermo Alvar Nuño recorren la tradición sobre normas de comportamiento en la mesa desde el siglo IX hasta principios del siglo XVI en el occidente europeo. Las reglas que rigen las relaciones sociales han ido cambiando a lo largo del tiempo, desde aquellos valores que desaparecen en favor de otros, la lengua en la que se escriben los textos en los que se imparte ese tipo de enseñanza, e incluso los espacios donde se pone en práctica. Pero estas normas tienen como objetivo el reconocimiento y aprobación del individuo por parte de un grupo humano que, quizás en algunos casos, le permita elevarse en el escalafón social, alcanzar la fama o el estatus necesario para gozar de ciertos privilegios. El núcleo de estas relaciones sociales sigue siendo el banquete. 377 DOI 10.2357/ VOX-2021-023 Vox Romanica 80 (2021): 376-380 Besprechungen - Comptes rendus El libro trata cada uno de los aspectos mencionados brevemente con anterioridad en los siguientes apartados: Preámbulo Introducción (I Cambios en la forma de comer; II La cortesía; III Escuela y educación; IV De una cortesía en latín a una cortesía para todos; V Tres enemigos del comportamiento en la mesa: el vino, la gula y la lujuria; Final) Corpus textual. En el Preámbulo nos llevan al origen de la llamada elegantia morum, es decir, la elegancia de comportamiento. Sobre ella habla Cicerón en un pequeño tratado llamado Laelius de amicitia. En él explica que aquellos aspectos que llaman poderosamente la atención en las personas son la urbanitas (elegancia), la affabilitas (afabilidad) y la facetia (sentido del humor). Estos valores, si se cultivan, consiguen hacer de una persona un ser que atrae, a su vez, a otras personas con las mismas características. Estas personas que saben comportarse en el ámbito público de una manera correcta, adecuada, visual y moralmente elegante, son aquellas que acaban imponiéndose sobre las demás en la jerarquía social. Pero -- lo que es todavía más importante para Cicerón- - estas personas semejantes, buenas, que se juntan, acaban por convertirse en amigos, acaban amándose (amicitia/ amare), que es la forma de vivir a la que aspira cualquier ser humano. Estos valores clásicos se refundirán en la Edad Media cristiana en la temperantia (mesura), la humilitas (humildad), la modestia y la caritas (caridad). En el apartado I de la Introducción Alvar y Alvar Nuño explican la evolución tanto de la manera de comer en la mesa, como de la propia mesa. Recuérdese que los aristócratas romanos no comían en lo que hoy entendemos como mesa (tablero de madera con patas o caballetes) sino en los triclinia, stibadia y sigma, que debían su forma a la propia letra griega sigma en posición final (ς). El anfitrión se sentaba en el extremo izquierdo de la sigma y el invitado con mayor posición social en el extremo contrario. Se comía, claro está, recostado, y los alimentos se situaban en una mesita redonda supletoria (de ahí que el stibadium tuviese necesariamente esa forma de semicírculo para rodearla). Las representaciones clásicas y altomedievales de lo que hoy conocemos como «mesa» son muy pocas, y en la mayoría de los casos corresponden a gente de clase humilde, así como tampoco se sentaban en «sillas», sino en los triclinia o cathedrae, dependiendo del rango social. Llama también la atención que todos los comensales comiesen y bebiesen de la misma copa y los mismos platos o fuentes, de ahí la necesidad de establecer unas normas de higiene alimenticia. Por último, cabría destacar el rechazo que sufrió el tenedor 1 durante toda la Edad Media por parte de la Iglesia. 1 «La dogaresa Teodora, hermana del emperador bizantino Miguel VII Ducas y mujer del dux Domenico Selvo desde 1075, era dada a los lujos y, entre éstos, figuraba el de utilizar el tenedor. Los tiempos eran distintos a los de comienzos del siglo, ya que la Iglesia había iniciado una recuperación moral de la mano de Pedro Damián y de Hildebrando (futuro papa Gregorio VII): cualquier manifestación externa que pudiera ir contra la pobreza evangélica era considerada sospechosa de inducir al pecado». Alvar C./ Alvar Nuño G. 2020: «Mesa y tenedor: a propósito de dos innovaciones medievales», in: C. García de Lucas/ A. Oddo (ed.), «Quando me pago só monje e quando me pago soy calonje», Studia in honorem Bernard Darbord, San Millán de la Cogolla, Cilengua: 3-23. 378 DOI 10.2357/ VOX-2021-023 Vox Romanica 80 (2021): 376-380 Besprechungen - Comptes rendus El apartado II versa sobre la cortesía. Este concepto, que impregnó las cortes medievales de la Provenza como cortezia 2 , que estaba extendido también por el norte de Francia, Alemania, Italia y España durante los siglos XII y XIII, tiene su origen en el concepto estoico del autocontrol 3 o sophrosyne. Las antedichas urbanitas y elegantia, aplicadas en las nuevas cortes que nacieron de las ruinas del antiguo Imperio Romano de Occidente, dieron lugar a la curialitas (por aplicarse en las curiae). Esta curialitas englobaba diferentes aspectos, como la demostración de educación y de refinamiento (dominio de los impulsos primarios, saber hablar en público con una conversación amena e inteligente, tener un aspecto físico agradable e ir bien vestido…), es decir, una manera de comportarse en sociedad. En el apartado III se habla de la educación de los niños. Esta comenzaba a los siete años, se hacía en latín, y consistía en los Psalmi y en los Disticha de Catón. Así se ofrecía, por un lado, educación cristiana, y por otro, tradición clásica. La brevedad de los textos, junto a la facilidad de estos primeros latines, permitía adquirir una base sólida sobre la que construir unos modelos sociales comunes a toda la Europa cristiana. A esta primera etapa escolar, previa al trivium y al quadrivium, se añaden a partir del siglo IX las Fabulae de Aviano. Ya, en el siglo XIII, se incluye la Ecloga de Teodulo, conformando el primero de los Libri Catoniani. En ese mismo siglo se añadirán tres autores más a la nómina de textos escolares: las Elegiae de Maximiano, la Thebais de Estacio, y el De raptu Proserpinae de Claudiano. Se conforman así los llamados Auctores sex. Está claro que son varios los factores que afectaron a la evolución de estos textos, ya fuera la creciente necesidad de sustituir aquellos de autores paganos por otros de autores con una fuerte carga moral cristiana, o la propia necesidad de cada uno de los maestros, pero lo cierto es que se acabó estableciendo un corpus paneuropeo con los siguientes autores y obras: Catón (Disticha), Teodulo (Ecloga), Facetus 4 , Bernardo ¿de Cluny? (Chartula de contemptu mundi), Mateo de Vendôme (Tobias), Alain de Lille (Parabolae), Esopo 2 «La curialitas es en lengua vulgar cortezia (derivada de cort), conjunto de virtudes constantemente citado por los trovadores (a veces en oposición a la vilania, ‹rusticidad›). En los versos trovadorescos la cortezia es una noción muy concreta, aunque muy amplia, pues supone la perfección moral y social del hombre del feudalismo: lealtad, generosidad, valentía, buena educación, trato elegante, afición a juegos y placeres refinados, etc.». Riquer, M. 2012: Los trovadores, Barcelona, Ariel, 85. 3 «Resume tu discurso, di mucho en pocas palabras, sé como quien sabe y al mismo tiempo calla». Sagrada Biblia (versión oficial de la Conferencia Episcopal Española): 2014, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, Eclesiástico, 32.8, 850. 4 «El Facetus constituye un caso sorprendente, pues desde el siglo XII existe un suplemento a los Disticha Catonis con la misma forma métrica de los famosos aforismos, obra de un autor llamado al parecer Joannes Facetus […] Sin embargo, y a pesar de las citas que aparecen en algunos manuscritos, los críticos no aceptan de forma unánime la autoría de este desconocido Facetus, del que en ocasiones se dice que era monje benedictino o cisterciense, otras veces se afirma que era maestro parisino, e incluso se le apellida de ‹Garlandia›, lo que le identificaría con el famoso magister de París. Por otra parte, la existencia de dos obras similares con el mismo título, Facetus, Cum nihil utilius, y Facetus, Moribus et vita, dificulta el reconocimiento de los textos que se citan en los catálogos de bibliotecas medievales, aunque todo hace pensar que Cum nihil utilius es el más antiguo y el de mayor difusión; en todo caso, es también el que aparece en las compilaciones de los Auctores octo». Alvar Nuño, G. 2019: «Libros infantiles y lecturas juveniles: el Facetus y el canon escolar en la Edad Media», Cultura Neolatina LXXVIII/ 3-4: 349-77. 379 DOI 10.2357/ VOX-2021-023 Vox Romanica 80 (2021): 376-380 Besprechungen - Comptes rendus (Fabulae) y ¿Bernardo de Claraval? (Liber Floretus). Estos Auctores octo fueron, desde el siglo XIII hasta principios del siglo XVI, las primeras letras de todo muchacho que pasase por la escuela 5 . El apartado IV estudia la evolución de estas compilaciones latinas y su traducción a las lenguas romances. Debido a la difusión de estos textos a lo largo de tres siglos en la Europa medieval, se tradujeron, como hemos dicho según las necesidades del lugar, en sus diferentes lenguas románicas. Las composiciones recogidas por los profesores Alvar y Alvar Nuño pone de relieve la importancia de las versiones latinas, veintitrés, sobre las demás lenguas: siete en francés, cuatro en anglonormando, tres en provenzal, dos en castellano, dos en italiano y una en catalán. Además, demuestran que la Península Ibérica acabó por tener en sus escuelas un corpus local de textos infantes para el aprendizaje del latín y las buenas costumbres. En estas se siguieron los llamados Libri minores que, si bien mantenían los Disticha, la Chartula, el Floretus y las Fabulae, no contenían la Ecloga ni el Facetus ni las Parabolae ni el Tobias. Estos se sustituyeron con textos de carácter similar, como la Rudium doctrina de Andrés Gutiérrez de Cerezo (atribuido en ocasiones a Juan de Garlandia o a Alain de Lille) y el Carmen juvenile de Johannes Sulpitius Verulanus. Esta variante de los Auctores octo contó con una gran difusión, de la que dan cuenta sus más de veinte ediciones entre finales del siglo XV y mediados del siglo XVI. El apartado V habla de los enemigos del comportamiento en la mesa: el vino, la gula y la lujuria. Las buenas doctrinas que enseñaban las compilaciones mencionadas de poco servían contra la copa de vino, los múltiples manjares y las mujeres que acompañaban, en ocasiones, a la mesa a los jóvenes y no tan jóvenes comensales. Ya Notker el Tartamudo en sus Gesta Karoli Magni Imperatoris nos habla del caso de un clérigo que, al recibir el cargo de obispo por Carlomagno, desatado por la alegría, prepara un banquete donde se embriaga de vino mezclado y sin mezclar olvidando las vigilias nocturnas de la víspera de San Martín. Los goliardos, o clerici vagantes, se reirán en su poesía de la sociedad de su época, parodiándola en forma de una sociedad excesiva y desmedida, como se refleja en las diferentes colecciones 5 «Vers l’âge de 7 ans, l’enfant est admis dans l’école. […] L’enseignement élémentaire consiste, comme partout, et à toutes les époques, à apprendre à lire, écrire, chanter et compter […] L’enfant commence à apprendre les lettres de l’alphabet […] puis les syllabes. […] et aboutit peu à peu à la connaissance des mots et des phrases […] Le livre de lecture élémentaire partout employé est le psautier. […] Pour retenir les Psaumes, l’enfant peut en même temps les écrire, sans que cela soit une obligation. […] Et pourtant, le maître devait conseiller à l’élève de prendre ses tablettes à écrire (tabulas dictales) […] et de copier les Psaumes. […] Lecture et chant sont deux études complémentaires. L’élève retient en chantant non seulement les psaumes mais des petits textes latins qu’il doit étudier. […] Dans une école élémentaire, après la lecture, l’écriture, le chant, vient le calcul […] ne serait-ce que pour jouer un rôle dans l’administration de leurs biens et la rentrée de la dîme. […] Après les psaumes, le chant, le comput vient la grammaire, c’est-à-dire l’enseignement du latin. En fait, l’écolier a très tôt une première connaissance de cette langue, étrangère, puisqu’il apprend à lire dans le psautier latin. Il doit s’habituer à parler en latin avec le professeur et même avec ses camarades, ce qu’il ne fait pas de lui-même. […] Pour habituer les élèves à parler latin, le maître leur propose de petits textes qu’ils doivent apprendre par cœur, comme on le faisait dans l’école romaine. Ce sont encore les mêmes ouvrages, Distiques de Caton, proverbes et fables». Riché, P. 1999: Écoles et enseignement dans le Haut Moyen Âge, Paris, Picard, 221-36. 380 DOI 10.2357/ VOX-2021-024 Vox Romanica 80 (2021): 380-387 Besprechungen - Comptes rendus de canciones, como los Carmina Burana. Y, por supuesto, no podían faltar dos de los siete pecados capitales asociados a la mesa y a la comida, como son la gula y la lujuria. La Iglesia penará estos dos graves pecados asociados a la expulsión del hombre del Paraíso, y que nos condenan desde nuestro nacimiento. Así pues, se hará hincapié, en varios de los textos mencionados anteriormente, en mezclar el vino para suavizarlo, en beberlo con moderación y en no juntarse con las mujeres a la hora de comer. Aunque numerosos son los ejemplos donde estas reglas se incumplen, como el de las famosas «delicias capuanas»… Finalmente, tenemos a nuestra disposición un corpus de cuarenta y dos textos traducidos al castellano con los que aprendieron las normas de comportamiento en la mesa generaciones y generaciones de niños durante siglos. El gran trabajo realizado por los profesores Carlos Alvar y Guillermo Alvar Nuño no solo reúne y pone a nuestro alcance una serie de escritos que estaban aún inéditos en ninguna lengua moderna, sino que nos acercan de una manera casi tangible a estas sociedades tan próximas a la nuestra: metiéndonos en las clases para aprender las primeras letras, sintiendo los mismos nervios que debieron sentir aquellos jóvenes en su primer banquete a la hora de llevarse la copa a los labios, y el calor que inunda el cuerpo y sale al exterior en forma de arrebol en unas mejillas ajenas que consienten aquello que el gesto propio intenta negar en vano. Pablo Domínguez (Université de Genève) ★ Mónica Castillo Lluch/ Elena Diez del Corral Areta (ed.), Reescribiendo la historia de la lengua española a partir de la edición de documentos, Berna (Peter Lang) 2019, 476 p. (Colección Fondo Hispánico de Lingüística y Filología 30). Muestra selecta de lo que es posible corroborar, modificar y avanzar en el conocimiento de la historia de la lengua española si el investigador desvía su mirada de los textos literarios --cuya superioridad estética y de contenido los convirtió, pese a su artificiosidad estilística y a la acusada falta de manuscritos autógrafos, en su centro de atención desde los inicios de la Escuela filológica española-- y la dirige hacia los documentos de archivo --más precisos en la localización espacial y temporal de los fenómenos lingüísticos y de una mayor variedad temática y pragmática--, los dieciocho trabajos reunidos en el presente volumen han permitido mejorar cualitativamente lo que hasta entonces se conocía de su evolución histórica. Se insertan, asimismo, en la tendencia de estudios diacrónicos del español que se sirve de nuevas técnicas digitales y se nutre de los numerosos datos aportados por corpus documentales como CODEA, CORHEN, CORDEREGRA, CorLexIn, CODEMA, CODCAR, DITECA, CHEM o CHARTA. El primero de ellos («Fuentes archivísticas canarias»), debido a D. Corbella, presenta al lector un corpus modular diatópico de pequeño dominio, el Corpus documental de las islas Canarias (CORDICan), constituido hasta el momento por 936 documentos inéditos que abarcan desde finales del siglo XV hasta las postrimerías del XIX. Inicialmente destinado a sustentar la creación del Diccionario histórico del español de Canarias, su gran valor reside no solo