Vox Romanica
vox
0042-899X
2941-0916
Francke Verlag Tübingen
10.2357/VOX-2020-028
Es handelt sich um einen Open-Access-Artikel, der unter den Bedingungen der Lizenz CC by 4.0 veröffentlicht wurde.http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/121
2020
791
Kristol De StefaniJakob Egetenmeyer, Der Verbalanschluss im Spanischen. Kognitiv-syntaktische Analyse nominaler und satzwertiger Akkusativobjekte. Berlin/Boston (de Gruyter) 2019, xiv + 607 p. (Beihefte zur Zeitschrift für Romanische Philologie 430)
121
2020
Philipp Obrist
vox7910403
395 Vox Romanica 79 (2020): 395-398 DOI 10.2357/ VOX-2020-26 p edro s ÁnChez -p rieto b orJa / d elFina v Ázquez b alonGa , La beneficencia madrileña. Lengua y discurso en los documentos de los siglos XVI al XIX, Madrid (Ediciones Complutense) 2019, ii + 179 p. ( Serie investigación ) P. s ÁnChez -p rieto y D. v Ázquez han dedicado buena parte de sus estudios a la edición de textos y a su análisis lingüístico. En esta ocasión prestan atención a la variedad madrileña, que parece haber suscitado menor interés por parte de los historiadores de la lengua y cuyos rasgos definitorios no se han puesto de relieve por relacionarse tradicionalmente con la variedad estándar. Nos presentan para ello un corpus de 403 documentos de diversa tipología que tienen en común algún tipo de relación con la beneficencia madrileña y que se escribieron entre los siglos XVI y XIX. Un estudio que precedió a este fue el cuarto volumen de Textos para la Historia del español (P. s ÁnChez -p rieto b orJa / a. F lores r amírez , Textos para la Historia del español . Archivo Regional de la Comunidad de Madrid, vol. 4, Alcalá de Henares 2005) donde se editan y estudian las notas de abandono y entrega de niños a la Inclusa de Madrid, custodiadas en el Archivo Regional de la Comunidad de Madrid (ARCM). Años más tarde, y con el fin de ampliar este estudio, se añaden cartas y notas de la misma institución hasta el siglo XIX (R. d íaz m oreno / R. m artínez s ÁnChez / P. s ÁnChez -p rieto b orJa , «Los documentos de la Inclusa de Madrid: su valor para la historia de la escritura y de la lengua del siglo XIX», in: J. L. r amírez l uenGo (coord.), Por sendas ignoradas. Estudios sobre el español del siglo XIX, Lugo 2012: 33-60). En este libro no solo se examinan los documentos recogidos en anteriores publicaciones, también se añaden documentos de la Inclusa de los siglos XVII a XIX. Asimismo, cuentan con el fondo de la Hermandad del Refugio, que se encuentra también en el ARCM. El corpus se completa con fuentes documentales del Archivo de la Villa; de esta manera los autores disponen de un gran número de datos y textos de naturaleza variada. Tras el prólogo y la introducción, que pretenden reivindicar la necesidad de que se investigue sobre la variedad madrileña, los primeros capítulos sirven de preámbulo al estudio lingüístico de los documentos. En el primero se repasa el «concepto beneficencia » y se explica qué se ha entendido por beneficencia en los siglos pasados; se incluyen del mismo modo cuasisinónimos como caridad , merced , misericordia o filantropía . Estos proliferan con el aumento de la atención a las personas más necesitadas a partir del XVIII. Hasta entonces el ámbito público no se hará responsable de los pobres, niños expósitos y enfermos. En los capítulos que le suceden se hace una síntesis de la historia de la beneficencia en Europa y América (capítulo segundo), en España (capítulo tercero) y, por último, en Madrid (capítulo cuarto). Madrid es un caso análogo al del resto de España. Con la instalación de la corte de manera definitiva en 1606, no crece solo la población, sino también la pobreza. Nos encontramos en el siglo XVIII con una sociedad tremendamente polarizada, en la que la mayoría de los habitantes pertenecen al tercer estamento, y hasta el siglo XIX la capital no asumirá las labores que tradicionalmente les correspondieron a los religiosos. En el epígrafe 4 («La beneficencia en Madrid entre los siglos XVI y XIX») se estudia en profundidad la labor de la Inclusa y de la Hermandad del Refugio y más brevemente las del Hospital de la Latina, el Hospital General, el colegio de San Ildefonso y el asilo de San Bernardino. En conexión con este capítulo se Besprechungen - Comptes rendus Besprechungen - Comptes rendus 396 Vox Romanica 79 (2020): 395-398 DOI 10.2357/ VOX-2020-26 desarrolla el siguiente («5. Los fondos documentales de la beneficencia madrileña»), donde se describe la tipología y procedencia de los documentos estudiados. La mayoría del corpus procede del ARCM según se refleja en los apéndices (punto tercero) que, como antes hemos referido, aúna tanto los documentos pertenecientes a la Inclusa como a la Hermandad del Refugio. Lo que destacamos de ambos fondos son las notas de abandono o entrega de niños, que suman más de la mitad de los documentos del corpus. Las notas son especialmente valiosas porque están escritas por personas de diverso nivel de formación; incluso semianalfabetos que, de no ser por esas notas, no hubieran escrito nunca. Se consideran, por ello, textos singulares que han sido muy poco estudiados. Además, encontramos documentos de tipo administrativo, económico o judicial de la institución en cuestión, que se alejan en cierto modo del propósito inicial del estudio, como los autores mismos afirman (16-17). Se encuentran desde la relación de un rapto de un niño (238, 1633), pasando por las peticiones de ama de cría para aquellos que no tenían recursos (412, 1799) o el registro de los enfermos mentales del Hospital General por parte del Refugio (414, h. 1768). Por otro lado, también se toman textos del Archivo de Villa, que reúne documentos de las instituciones anotadas en el epígrafe anterior además del Colegio de Sordomudos o el Hospital de San Andrés de los Flamencos. Es muy interesante cómo afloran en el estudio documentos escritos de la mano de mujeres (fundamentalmente religiosas) que piden al hospital bien un aumento de sueldo (567, 1758) o una plaza para ser beata (574, 1749). Para concluir esta parte introductoria, en el capítulo sexto («6. La beneficencia en sus textos: ensayo de tipología documental») se nos plantean, de manera sucinta, los ámbitos a los que pertenecen los textos y los tipos de documentos estudiados dentro de dichos ámbitos: el eclesiástico, el jurídico, el económico, el administrativo, el notarial y, por último, el privado, donde se recogen las tan interesantes (y descorazonadoras) notas de abandono. Advierten, sin embargo, de que no se trata de una «clasificación definitiva» (60) y de que se catalogan los tipos de documentos que son más abundantes. Seguidamente, en el capítulo séptimo, se hace un recorrido por todas las capas de la población estudiando con especial detenimiento su dominio de la lectoescritura («7. Historia social de la escritura en Madrid y fondos de beneficencia»). Este epígrafe constituye, en realidad, un preámbulo que conduce al lector al capítulo octavo («8. Aproximación paleográfica»). Lógicamente, el tipo de instrucción que recibían condicionaba los trazos de las letras, pero también los usos gráficos. De los gremios se nos dice que sus integrantes poseían «una formación desigual» (63); en líneas generales parece que entre el siglo XVII y el XVIII la alfabetización de este grupo poblacional se vio incrementada, aunque no de manera uniforme. Por otro lado, se le dedica un breve párrafo a los religiosos que, por supuesto, eran una excepción en la sociedad madrileña respecto a la instrucción. Es de gran interés la evolución de la escritura femenina. Nos encontramos con relativa frecuencia durante los siglos XVI y XVII «no firmó por no saber» o similares (cf. los documentos 238, 1633 o 242, 1653). Al final del epígrafe se nos plantea cómo fue el proceso que sufrió la enseñanza de la lectoescritura desde el deletreo en los primeros siglos, pasando por el silabeo hacia el XVIII hasta llegar a una escritura de tipo logográfica. Es bien sabido cómo en el seno de la Universidad de Alcalá se ha cultivado de manera profunda y minuciosa los aspectos (paleo)gráficos de los textos antiguos. Como ya anuncia- 397 Vox Romanica 79 (2020): 395-398 DOI 10.2357/ VOX-2020-26 mos anteriormente, en el epígrafe octavo se establece una síntesis de la evolución de los tipos de letra por siglos, agrupando siglos XVI y XVII y por separado el XVIII y XIX como se suele hacer en el resto de la obra para proceder al análisis. Las notas de abandono, como apuntábamos antes, son el tipo textual más interesante por su diversidad en las formas paleográficas, incluso las manos más «inhábiles» (68) se veían en la obligación de redactarlas dada la extremidad de las circunstancias. En los siglos XVIII y XIX ya son más madrileños los que saben escribir o, al menos, conocen a alguien que sepa hacerlo. El uso de la bastardilla será lo que dé lugar a la cursividad de la escritura; se comienzan a emplear asimismo la mayúscula, los acentos circunflejos sin pertinencia fonética y los signos de puntuación, que son a veces innecesarios. El noveno capítulo («9. Estudio lingüístico de los documentos de beneficencia») constituye la piedra angular de la obra: el estudio lingüístico de los documentos del corpus. Se analizan, en primer lugar, los aspectos gráficos y fonéticos, íntimamente relacionados con los paleográficos. Lo más interesante del capítulo es cómo los autores ponen de relieve la presencia de seseo en los documentos, que se acentúa en el siglo XVIII, rasgo que ya señalaron en anteriores publicaciones (D. v Ázquez b alonGa / P. s ÁnChez -p rieto b orJa , «¿Seseo en el centro peninsular? », Revista de Historia de la Lengua Española 10 (2015): 201-08). Aducen un posible seseo propio de la ciudad de Madrid localizado en las capas menos instruidas y en ningún caso de procedencia meridional. Este seseo se reflejaría mediante la confusión gráfica s/ c: bautisado (33, 1594), ce llama (109, 1599), Secilia (280/ 0004, 0079, 1654). Por otro lado, hasta el XIX no aparecen testimonios del trueque de la lateral palatal por la palatal central, reflejado a través de formas como aller (284/ 002/ 0411, 1817) o se yama (282/ 002/ 0327, 1817). En cuanto a la morfosintaxis, cabe destacar dos elementos comunes en los siglos estudiados: el empleo del diminutivo y el no mantenimiento del sistema pronominal etimológico. Resaltan los autores, en relación a la formación del diminutivo, que mientras en los siglos XVI y XVII era más común el sufijo illo , en el XVIII se generaliza ito . Los diminutivos se encuentran mayoritariamente en las notas de abandono debido a su capacidad expresiva (recordemos que el fin de estas era que la entidad recogiese al niño para criarlo). El laísmo madrileño se hace patente desde el XVII, no obstante, el leísmo de persona no parece estar tan generalizado ni siquiera en el XIX. Otro fenómeno igualmente destacable es el tratamiento de vuestra merced a lo largo de los tres siglos, aunque en el XVIII se comienzan a atestiguar «formas híbridas» (123) que nos anuncian una reducción de la distancia social entre las personas. La tercera parte de este capítulo se dedica a la configuración discursiva tanto de los documentos administrativos como de las notas de abandono. Estas últimas no forman una tradición discursiva, pero sí poseen elementos comunes tales como la falta de planificación, el adjetivo antepuesto con valor ponderativo, promesas de recompensar a aquellos que recogen al niño y el empleo de la primera persona del singular, puesto en boca del propio niño (cf. el documento 281/ 003/ 088 de 1741: «Pedro Patiño me llamo»). En lo que concierne a los textos administrativos, se advierte una mayor ampulosidad en los vocablos hacia el XIX. Contrastan con este estilo las cartas que se enviaban los administradores de las instituciones, que en el caso de la Hermandad el Refugio no eran profesionales, sino los propios hermanos. Besprechungen - Comptes rendus Besprechungen - Comptes rendus 398 Vox Romanica 79 (2020): 395-398 DOI 10.2357/ VOX-2020-26 El estudio lingüístico concluye con el nivel léxico. Se realiza un profundo repaso por las voces más comunes de los escritos haciendo especial hincapié en el léxico de las notas de abandono y entrega. Fundamentalmente, los términos hacen alusión a los niños y a su crianza ( expósito , dar el pecho , ama o nodriza ); también se suele mencionar si están bautizados o no. Los vocablos no solo se refieren a los niños, sino también a los enfermos, especialmente a aquellos con algún tipo de dolencia mental ( demente , loco ). El estudio léxico es realmente amplio, dada la variedad tipológica de los documentos: se recogen términos relativos al campo administrativo ( testamentario ), a las profesiones ( peones , madre , beata ) o a tejidos y prendas ( estambre , cotón ; pañal , dengue ). Los capítulos décimo y undécimo se centran, respectivamente, en la antroponimia y toponimia («10. Antroponimia»; «11. Toponimia urbana: Madrid en los documentos de beneficencia»). Las notas de abandono constituyen un testimonio para estudiar los nombres más comunes entre los siglos XVI y XIX. Las menciones a las calles, barrios y edificios son fundamentales para reconstruir la topografía de la capital, en especial aquello que ha desaparecido (como el Hospital de los Desamparados) o ha cambiado de nombre (la antigua calle del Colmillo es hoy la calle Pérez Galdós). El libro se cierra con un estudio sociolingüístico del corpus («12. Lengua y sociedad en el Madrid de los siglos XVI-XIX: variación sociolingüística en los fondos de beneficencia»). Los autores ponen de relieve cómo la permeabilidad de las capas sociales (y con ellas los usos lingüísticos) es mayor en los siglos XVIII y XIX. Sánchez-Prieto y Vázquez insisten en la dificultad de sintetizar el paisaje sociolingüístico madrileño y organizan, de manera clara y ordenada, las que consideran las principales clases sociales madrileñas. El estudio finaliza con las conclusiones (capítulo decimotercero) junto con la bibliografía y los apéndices. De las diversas tipologías textuales examinadas, que los autores agrupan bajo el membrete de discurso de la caridad , seleccionan quince documentos como muestra representativa del corpus. Los documentos figuran mediante la transcripción paleográfica y la presentación crítica según los criterios de la red C harta y un facsímil del texto en cuestión. En estos apéndices se incluye, además, un listado de las calles madrileñas que se mencionan en ellos y una relación detallada de todos los documentos del corpus. En definitiva, este estudio es una aportación necesaria a la lingüística diacrónica, donde Madrid constituía una especie de vacío . El examen de esta variedad se hace, además, de manera minuciosa, recogiendo la variedad de usos lingüísticos insertados en un marco socio-histórico bien desarrollado. Las notas de abandono son, sin duda, los documentos más curiosos del corpus y los de mayor interés lingüístico por la diversidad de manos en su escritura. En conclusión, los textos nos permiten rescatar las voces que normalmente no eran escuchadas, alejándose de los modelos textuales ya establecidos y muy estudiados. Irene Roldán González ★ 399 Vox Romanica 79 (2020): 399-403 DOI 10.2357/ VOX-2020-27 a lberto m anuel a rias G arCía / m erCedes de la t orre G arCía , Ictonimia andaluza. Nombres vernáculos de especies pesqueras del “Mar de Andalucía”, Madrid (CSIC) 2019, 984 p. El libro que reseñamos, Ictonimia andaluza. Nombres vernáculos de especies pesqueras del “Mar de Andalucía”, de A. m anuel a rias G arCía y M. de la t orre G arCía , fue publicado en 2019 por la editorial del Consejo Superior de Investigaciones Científicas con la colaboración de las Universidades de Sevilla, Granada, Almería, Cádiz, Málaga y Pablo de Olavide. El objetivo de esta obra se centra en difundir y conservar el rico patrimonio lingüístico andaluz relacionado con los seres marinos de las costas de Andalucía (peces, moluscos, crustáceos y equinodermos). La recopilación, análisis y estudio del corpus léxico obtenido fueron posibles gracias a dos proyectos de investigación nacionales - ejecutados desde 2006 y entre cuyos resultados se encuentra la web www.ictioterm.es -, que permitieron arrojar luz a la hora de asignar ictiónimos a las distintas especies manejadas, compleja tarea ya que, como se ha puesto tradicionalmente de manifiesto, son frecuentes las confusiones «al denominar a un mismo animal con nombres distintos y al otorgarle el mismo nombre a especies diversas (R. G arCía C orneJo , «A propósito de los ictiónimos en ‘De piscibus’ Etimologías 12.6 de Isidoro de Sevilla», Habis 32 (2001): 554). Nos parece relevante que la obra esté firmada por dos investigadores de ámbitos diferentes, pero necesariamente auxiliares: A. Manuel Arias, biólogo experto en cuestiones ictiológicas, y M. de la Torre, lingüista especializada en Lexicología y Dialectología del español. La transversalidad y contacto entre estas dos esferas del saber, aparentemente lejanas, propicia una certera aproximación al centro de interés. Así, como apunta S. r uhstaller (18) en el prólogo del libro, nos hallamos ante una obra «resultado de la eficaz conjugación de las dos perspectivas complementarias - la del lingüista y la del biólogo marino - que deben unirse para esclarecer de forma global un objeto de estudio tan polifacético como la ictonimia popular. De hecho, nos encontramos en el ámbito de la Terminología, donde «no se organizan significados de lengua, sino clasificaciones y descripciones objetivas de seres, objetos y fenómenos propios de las ciencias y de las técnicas (I. a naya r evuelta , La definición enciclopédica. Estudio del léxico ictionímico, Madrid 1999: 3-4). De ahí que el acercamiento entre ambas ciencias sea necesario. Esta obra supone un feliz encuentro entre las especies marinas habituales en la costa andaluza y las voces que los pescadores emplean para catalogarlas a fin de estudiar sus denominaciones populares desde la perspectiva actual y viva de los hablantes costeros de Andalucía (22). Se trata de un estudio centrado en realidades concretas y en los ítems lingüísticos que las refieren. No obstante, la relación entre unas y otros entraña complejidad pues, como afirma C. G aratea 2000: 114 en su artículo sobre aspectos teóricos sobre semántica lingüística y lexicología histórica, nuestra competencia lingüística no es solo un mero saber técnico, sino que incluye, además, una capacidad de interpretación, de modos de usar la lengua y de significar, adquirida y perfeccionada en el contacto con el mundo, donde no hay únicamente objetos sino también otros hablantes, tradiciones discursivas, estilos, variedades e infinidad de experiencias lingüísticas, referidas a los objetos y vinculadas con las relaciones entre los hom- Besprechungen - Comptes rendus Besprechungen - Comptes rendus 400 Vox Romanica 79 (2020): 399-403 DOI 10.2357/ VOX-2020-27 bres y de los hombres con las cosas (C. G aratea , «Algunos aspectos teóricos de semántica lingüística y lexicología histórica. Notas de un debate», Lexis 24/ 1 (2000): 109-25). En concreto, la detallada y profunda investigación que encierra la obra que reseñamos está provista de una consistente metodología que maneja las siguientes cifras: 3.506 nombres vernáculos y variantes (más 544 ictiónimos procedentes de la revisión bibliográfica previa y 144 obtenidos de los informantes por una incorrecta asociación), 133 encuestas, 216 informantes cualificados de 35 puertos pesqueros situados a lo largo y ancho de la costa andaluza (22-23). El libro se compone de dos capítulos. El primero se dedica a las Fuentes escritas de la ictonimia andaluza y engloba nueve apartados: (i) Introducción, (ii) Síntesis de la metodología seguida en el análisis de las fuentes escritas, (iii) El pescado en al-Ándalus, (iv) Ordenanzas, aranceles, actas, asientos, listas de precio…, (v) Obras literarias, (vi) Crónicas históricas, memorias y glosarios sobre la pesca y las especies, (vii) Catálogos científicos y técnicos, (viii) Obras de carácter lingüístico y (ix) Resumen: la ictonimia andaluza en cifras. En definitiva, en este primer capítulo se realiza una revisión historiográfica de las distintas fuentes escritas referidas a las provincias costeras andaluzas que, a lo largo de la historia, se han centrado en el patrimonio ictionímico. Se revisan, en total, 73 documentos, fechados desde el año 1268 hasta 2017, y se observa un mayor incremento de este tipo de fuentes durante el siglo XVIII, como consecuencia del afán recopilatorio propio de la Ilustración (49). Entre los catálogos científicos y técnicos, llama nuestra atención la Nomenclatura Oficial Española de los animales marinos de interés pesquero ( NOE , 1965), publicación polémica, dado que para 50 (27,6%) de las 181 especies de peces, moluscos y crustáceos consideradas no se da ninguna denominación(42), a pesar de que muchas de ellas eran bastante habituales en las costas andaluzas. Precisamente, la publicación de la NOE motiva la aparición del artículo Ictonimia y geografía lingüística de M. a lvar 1970, en cuyas líneas iniciales se destaca la falta de rigor y precisión al catalogar, en general, las especies objeto de clasificación: La publicación, en 1965, de la NOE fue un paso importante para poner orden en un campo muy enmarañado; sin embargo, la responsabilidad de las decisiones que se tomaban merecían unos comentarios que no se han hecho. Porque el alcance de la obra va mucho más lejos del comercial; afecta a una parcela importantísima de nuestro léxico, a las relaciones de nuestro vocabulario con el de otros pueblos, a la condición de qué se entiende por «oficial» y al carácter dogmático que la palabra tiene, a la creación de una koiné pesquera… Los problemas son muchos y variados. La voz de los lingüistas no debió faltar a la hora de tomar decisiones que afectaban - más que a nada - a la lengua. El trabajo, hecho sin pensar en los demás, se resiente de multitud de anomalías (M. a lvar , «Ictionimia y geografía lingüística», RFE 53/ 1-4 (1970): 155). El segundo capítulo del libro gira en torno a la Ictonimia andaluza en la actualidad y en él se detalla la metodología seguida (área geográfica-lingüística; elección de las especies; catálogo fotográfico; búsqueda y selección de informantes; realización de la encuesta; análisis y presentación del material recopilado mediante la creación de fichas para cada especie) y los re- 401 Vox Romanica 79 (2020): 399-403 DOI 10.2357/ VOX-2020-27 sultados, esto es, el estudio de 358 especies - a lo largo de 828 páginas -, atendiendo al sistema de clasificación biológica y considerando las categorías Filo, Superclase, Clase, Orden, Familia, Especie y Subespecie (63). Nos interesa destacar - no de forma sistemática, sino más bien anecdótica, dada la extensión del estudio y el limitado espacio de que disponemos - algunas particularidades de los ítems léxicos recopilados en el apartado de Notas ictionímicas, donde se enumeran y analizan las voces objeto de estudio en el caso de cada especie. Ya en el estudio previo se destaca especialmente la motivación designativa del corpus léxico, factor que permite la creación de nuevas unidades léxicas y regeneración de los ictiónimos y que está supeditado a un espacio determinado (las costas del litoral andaluz), a un momento concreto (sincronía) y a una estructura social específica (marineros, pescadores y pescaderos) (59). En concreto, se sigue la clasificación de H. u rrutia 1978, que distingue entre motivación interna (fonética, morfológica y semántica) y motivación externa (préstamos) (H. u rrutia , Lengua y discurso en la creación léxica , Madrid 1978). Precisamente, en cuanto a la motivación a la hora de denominar las distintas especies, M. a lvar 1999: XI-XII señala que unas veces será el aspecto externo o el ruido sentido o la metáfora poéticamente surgida para que aquel ser virginalmente hallado se adhiera a una realidad que ya queda trasplantada a un mundo que no le pertenecía. Porque el hombre ve u oye, pero ve y oye según sus circunstancias o según la sorpresa que amaga … Y entonces resulta que los rasgos pertinentes de los seres son distintos según la interpretación de quien contempla: sí, la realidad tangible hace que nuestra contemplación sea cambiante (M. a lvar «Prólogo», in: I. a naya r evuelta , La definición enciclopédica . Estudio del léxico ictionímico, Madrid 1999: XI-XII). Si nos centramos en los distintos niveles lingüísticos, al revisar los ictiónimos recopilados, son numerosos los fenómenos fonéticos, morfosintácticos y léxico-semánticos observados: inflexión vocálica ( quelvi por quelve , 118), rotacismo ( merva por melva , 365; purpo por pulpo , 785), prótesis ( alambrea por lamprea , 77; abocadú por bocadú , 83), sonorización ( changuete por chanquete , 535), metátesis ( robadallo por rodaballo , 571), apócope ( lampre por lamprea , 77; bocadú por bocadulce , 83), aféresis ( entúo por dentúo , 101; ucha por chucha , 136), síncopa ( dentúo por dentudo , 101), asimilación ( marmajuela por bermejuela , 133), diptongación ( tiemblaera por tembladera , 175), elipsis ( colorado por pez colorao , 237), etimología popular ( Andrea por lamprea , 77; cañabote por cañabota , 103), sinécdoque ( cola de rata , 79; violín , 109; pez joroba , 125), metonimia ( chata , 87; bienmesabe , 93), metáfora ( michelín , 117; guardia civil , 129; obispo , 143), composición léxica ( bocinegro , 83; bajamar , 87; correplaya , 103), sufijación afectiva ( lobito , 109; marrajete y marrajito , 113; romerete y romerito, 267), denominaciones peyorativas ( mariquita , 79; cagón , 83; babosa , 127; puta en cueros , 175), eufemismos ( muchacha o niña en cueros por puta en cueros , 223; maricristina por mariquita , 885), préstamos (del catalán: mocina , 87 o musola , 103; del gallego: marruca , 227; del portugués: cantariles , 341; choca , 461 o zapateira , 861) o creaciones espontáneas ( farruquito , que alude a la piel oscura del bailaor gitano español, Juan Manuel Fernández Montoya, de nombre artístico Farruquito , 519), entre otros. En efecto, como M. a lvar 1970: 158 indicó acertadamente: la terminología vulgar, desde muchos puntos de vista, podrá ser inexacta, pero es ella - inexacta o no, poli- Besprechungen - Comptes rendus Besprechungen - Comptes rendus 402 Vox Romanica 79 (2020): 399-403 DOI 10.2357/ VOX-2020-27 sémica o monosémica - la que es viva y real; cualquier otro procedimiento llevará a falsear la realidad. No obstante, E. b arriuso 1981: 141, al estudiar el nombre de rubiel , señaló que los problemas que afectan al esclarecimiento de la nomenclatura relativa a los seres marinos son múltiples y con frecuencia complejos (E. b arriuso , «Ictionimia y diccionario académico: pargo, pagel y rubiel», Boletín de la Real Academia Española tomo 61, cuaderno 222 (1981): 141-54). Incluso los autores del libro que reseñamos han encontrado casos en que los informantes entrevistados no conocen la especie en cuestión y señalan, de manera espontánea y sincera: aquí se llama a todos los pescados lo mismo; no nos complicamos mucho la vida (en el caso de pseudocaranx dentex , llamado habitualmente jurel o jurela , 313). En cambio, hay especies cuyos ictiónimos no plantean ninguna duda ni confusión. Así ocurre con sepia officianilis ( cachón , choco , jibia , sepia , etc., 755) o nephrops norvegicus ( cigala , cigalita , grillo , maganto , etc., 839), entre muchas otras. Cabe destacar el caso de Psettodes belcheri , especie procedente de caladeros africanos, apenas conocida por los entrevistados porque es muy poco frecuente. Su nombre comercial es halibut perro y el único ictiónimo válido documentado es perro . Al centrarse una de nuestras líneas de investigación en el léxico histórico culinario, el objeto de estudio de este libro no nos es demasiado lejano y, por ello, nos interesa observar si, por ejemplo, algunos de los ictiónimos recopilados se recogen en uno de los repertorios de especialidad más relevantes publicado en un siglo de fuerte influencia francesa en este ámbito: el Diccionario general de cocina (1892) de A. m uro . De las 56 voces lematizadas en este repertorio bajo las letras A y B relacionadas con seres marinos, 16 son reconocidos como ictiónimos por los informantes: aligote ( pagellus acarne , 475), alosa/ sábalo ( alosa fallax , 185), anchoa ( engraulis encrasicolus , 189 y pomatomus saltratrix , 291), anchova ( engraulis encrasicolus , 189 y pomatomus saltratrix , 291), angelote ( squatina squatina , 133), anguila ( anguilla anguilla , 197), angula ( anguilla anguilla , 197), atún ( katsuwonus pelamis , 371; thunnus thynnus , 380 y thunnus alalunga , 383), babosa ( dalatias licha , 127; coris julis , 505; gobius niger , 529; gobius paganellus , 533; cynoglossus browni , 575; dicologlossa hexophthalma , 583; bathysolea profundicola , 587; solea senegalensis , 589; microchirus ocellatus , 597; pelusa lascaris , 605; synapturichthys kleinii , 611; dagetichthys lusitanicus , 613; fundulus heteroclitus heteroclitus , 643; callista chione , 701; cerithium vulgatum , 733; cymbium olla , 741; aplysia fascatia , 791; holothuria arguinensis , 897), bacalao ( micromesistius poutassou , 221), bermejuela ( squatina squatina , 133; remora remora , 647), besugo ( dentex macrophthalmus , 439; pagrus pagrus , 471; pagrus caeruleostictus , 473; pagellus acarne , 475; pagellus bogaraveo , 479), boca ( calappa granulata , 859: afruca tangeri , 875), boga ( boops boops , 429), bonito ( katsuwonus pelamis , 371; sarda sarda , 373; thunnus alalunga , 383; lepidocybium flavobrunneum , 519) y boquerón ( engraulis encrasicolus , 189). Además, cabe destacar que hemos hallado cinco voces que, aunque no son listadas en las encuestas, sí se registran en las fuentes escritas revisadas por los autores, datadas a finales del siglo XVIII y ya en el siglo XIX (C. m edina C onde , Conversaciones históricas malagueñas, o materiales de noticias seguras para formar la historia civil, natural y eclesiástica de la M. I. ciudad de Málaga, escritas y publicadas de 1789 a 1793 por D. Cecilio García de la Leña , Málaga:
