Vox Romanica
vox
0042-899X
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Francke Verlag Tübingen
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1992
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Kristol De StefaniPETER KOCH/THOMAS KREFELD (ed.), Connexiones Romanicae. Dependenz und Valenz in romanischen Sprachen, Tübingen (Niemeyer) 1991, VIII + 384 p. (LA 268)
121
1992
Edeltraud Werner
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216 Maria Dolores Gord6n Peral Jaen: La(s) Confitera(s) (Castillo de Locubfn, Sabiote); El Confitero (Ibros); Casilla de Confiteros (Vilches); Los Confiteros (Alcaudete) 37 . Murcia: Casa del Confitero (Yecla); Cortijo del Confitero (Puerto Lumbreras) 38 . Toledo: Las Confituras (i,error por Confiteras? ) (Albarreal de Toledo) 3 9. Zaragoza: Cerro de/ Confite (Jaraba); Mas de/ Confitero (Bubierca) 40 • Estas formas, como ya queda dicho, hasta ahora no han sido docurhentadas ni interpretadas 4 1. Tan s6lo me consta un unico intento de explicaci6n de un nombre de lugar concretamente, el top6nimo El Confite del sevillano termino de El Castillo de las Guardas -, realizado por V. Garcia de Diego L6pez, un intento que puede relegarse sin mas comentario al disparatario 4 2. Este autor no ve en la forma toponimica Confite mas que el nombre de un manjar, un dulce, motivaci6n del todo absurda en un top6nimo. Dice en su «Estudio hist6rico-critico de la toponimia mayor y menor del antiguo Reino de Sevilla» 43 : Confite. En EI Castillo de las Guardas. Dulce pequefio de! fr. confit de! lat. confectus. Un poco extrafio, quizas por exageraci6n de pequefiez. La reiteraci6n de la forma Confite y variantes, sufijadas o no ( Confita, Confital, Confitera, Confitero), en la onomastica de lugares hispanicos, indica que ha sido muy otra la motivaci6n inicial de estos nombres 44 . Seguramente, de considerar 37 M. R. Mu1'ioz POMER, op. cit., s.v. 3 8 M. J. VALLCANERA CALATAYuo, Repertorio de nombres geograficos. Murcia, Valencia 1976, s.v. 3 9 V. CERVERO Pozo, op. cit., s.v. 40 A. CALLADO GARCIA, op. cit., s.v. 4 1 No he hallado referencias a este tipo toponimico en ninguna de las obras lexicograficas consultadas, y falta, asimismo, en los estudios sobre la onomastica de lugares de diversas areas peninsulares. 4 2 No es este el unico caso de interpretaci6n toponimica completamente desprovisto de base cientffica en las obras de este autor. Para resefias parciales cf. M. D. GoRDON PERAL, «De toponimia hispalense», Philologia Hispalensis 2 (1988), 141-151; m., Toponimia de la Serrania de Sevilla. Estudio lingüistico e hist6rico; S. RUHSTALLER, Toponimia de la Campifia de Utrera, Sevilla 1990, s. Foronguilla. 43 Archivo Hispalense 97 (1959), 72. 4 4 Hay que descartar una motivaci6n antroponfmica para los top6nimos Confitero(s), en vista de su frecuencia en toponimia y de los datos mozarabes que presento infra. Nuevas Aportaciones a la Lexicologia Hispanica 217 caso por caso el emplazamiento de los sitios denominados, hallarfamos que en ellos tiene o ha tenido lugar una divisi6n o partici6n de terrenos, pues los nombres han de remitir al lat. CONFICTUS, participio de CONFIGERE 'clavar una cosa con otra', que, como se desprende del testimonio de la toponimia, pas6 al romance con identico o parecido sentido que el simple FICTus 45 . J. CoROMINAS (DECH, s. hito) trata de un apelativo derivado del mismo etimo que los nombres que estudio: cohita 'conjunto de edificios contiguos, manzana de casas', documentado en Berceo («relumbr6 la confita de relumbror dorado») y otros (cohita en un documenta de fecha poco posterior a Berceo, 1265, e igualmente procedente de San Mill.in de la Cogolla). Mas, si los nombres de lugar Confite (y los derivados de este, .Confiterol-a) comparten ese mismo etimo coNFICTAl-us, z,c6mo se explica el diferente tratamiento fonetico de la [f-) (conservaci6n en los nombres de lugar, frente a su perdida en el apelativo)? Desde luego, la evoluci6n genuina del castellano es la que Corominas recoge de los documentos riojanos. He aqui algunos ejemplos mas que muestran que la [f-) precedida del prefijo consuele perderse (o, al menos, realizarse como aspiraci6n) en casos analogos: 1) el lat. vg. *coNFECTARE (derivado de CONFICERE) evoluciona en castellano a cohechar (DECH, s.v.); 2) el lat. CONFUNDERE da en cast. cohonder (DECH, s. fundir, n. 5); se trata de una variante arcaica y popular del culto confundir (segun J. Corominas, «todavfa la emplea Cervantes como propia del lenguaje de Sancho», y Valdes la sefiala como anticuada); 3) del lat. vg. CONFORTIARE debi6 surgir *cohorzar, y de ahf el vulgarismo cast. cogorr;;alcogorza (DECH, s. cogorza). 4) En toponimia hallamos formas como El Cojito (Espartinas, Sevilla 46; Fuente de Piedra, Malaga 47) y El Cojitar (Fuente de Piedra, Malaga 48), que acusan una pronunciaci6n dialectal [kohito], con aspiraci6n. En Huelva (termino de Villablanca) se da, ademas, la variante no aspirada Coito 49 . Sin lugar a dudas, estamos ante un apelativo cohito, procedente del etimo sefia- 45 El mapa SGE 11-38 consigna el llamado Arroyo del Confite, afluente de la Rivera de Huelva, que nace en las cercanias de! limite entre los terminos de Zufre (provincia de Huelva) y El Castillo de las Guardas (provincia de Sevilla); el nombre puede aludir, pues, a alguna sefial de delimitaci6n que indicaba el trazado de! lfmite entre los terminos (o incluso entre provincias, o, en epoca anterior, entre el Condado de Niebla y Sevilla). 46 Cf. Inventario, t. 8, s.v. 47 Cf. op.cit., t. 7, s.v. 48 Cf. op.cit., s.v. 49 Cf. op.cit., t. 5, s.v. 218 Maria Dolores Gord6n Peral lado tambien para confite, a saber, *CONFICTU (cohitar es un derivado mediante sufijo -ALE, con valor colectivo; cf. supra, Confitar) 50. Este rasgo de la conservaci6n de [f-] no es el unico en revelarnos que la voz confite no puede ser resultado de una evoluci6n fonetica castellana. Tambien el tratamiento de la vocal final es extrafio: en castellano esperarfamos una sflaba final -to en lugar de -te. Esta forma confite esta, pues, en clara oposici6n con cohito, vocablo genuinamente castellano cuya vitalidad queda atestiguada gracias a los nombres de lugar Cohito/ Cohital y la variante femenina cohita, presente en textos de Berceo. Confite no puede ser soluci6n culta de CONFICTus, por una parte debido al significado tan popular y rural de 'moj6n', y, por otra parte, por la transformaci6n de -u final en -e. No queda otra conclusi6n que la de que estemos ante un prestamo de otro romance, conservador de la F-, con el que el castellano popular ha entrado en contacto. En vista de la difusi6n del tipo onomastico solo por las provincias de Sevilla, Malaga, Zaragoza, Toledo, Murcia, Jaen, Granada y C6rdoba, no puede caber duda de que este romance ha de ser el mozarabe. Tal origen justifica tanto la conservaci6n de la f- ( confite frente a cast. cohito), como la -e final en lugar de -o (son frecuentes los casos de perdida de la -o final romance al ser adaptados los mozarabismos al hispano-arabe; al pasar despues al castellano, se afiade una -e para facilitar la pronunciaci6n: comparense casos como chirque < *cERCU (< QUERcus); Lorete < LAURETu; Palmete < PALMETu; [Guadi]amar < AMARu; Chiste < SEXTus 51 ). De hecho, existe otra prueba ademas de la que constituyen las indicadas peculiaridades foneticas de este mozarabismo integrado en dialectos castellanos de la existencia real de un vocablo *confito o *confite (< *cONFICTu) en el romance mozarabe. En la toponimia de la provincia de Malaga hallamos un nombre de lugar Confetaire (termino municipal de C6mpeta) 52, que revela un inconfundible tratamiento fonetico mozarabe: conservaci6n de la [f-], conservaci6n arcaizante del diptongo [ai] (frente a la reducci6n a [e] en castellano), transformaci6n -u > -e, debida al superestrato arabe (vid. supra). Este nombre de lugar demuestra que realmente debi6 existir en el romance mozarabe un tipo lexico *confitairo (y asf tambien el simple confito, equivalente al cast. cohito, rastreable igualmente en toponimia), tipo que fue transmitido al castellano de los repobladores, en los momentos subsiguientes a Ja Reconquista, con la forma 50 La toponimia nos ofrece mas casos que patentizan esta evoluci6n popular de! castellano: asi, el santanderino Cohiiio < CONFINIUM (cf. R. MENENDEZ-PIDAL, Origenes, p. 222). En Le6n hallamos Coorcos o Corcos, formas que tienen dobletes Conforcos en areas dialectales mas occidentales (cf. ibid., p. 259 N 2). 51 Cf. S. RuHSTALLER, Toponimia de la regi6n de Carmona, Berna/ Munich 1992, s. EI Coronil, Fuente Santa, Chirque, Chiste. 52 Dato de Inventario, t. 7, s.v. Nuevas Aportaciones a la Lexicologia Hispanica 219 confitero, adaptada a los habitos lingüisticos castellanos. Corno etimo cabe establecer un lat. vg. *coNFICTORIU, a saber, una variante prefijada del vocablo *FICTORIU 53 , cuya existencia bajo las formas evolucionadas ituero, hituero (con aspiraci6n), jituero, fituero y fitero en los diversos dialectos hispanicos he demostrado en la primera parte del presente estudio. En base a estos datos dialectales podemos concluir que el indocumentado lat. *FICTORIU 'moj6n' debi6 ser una voz comun en toda la Peninsula, predominando, no obstante, la variante prefijada *cONFICTORIU en zonas meridionales. Sevilla Mar{a Dolores Gord6n Peral 53 Tanto el mozarabismo castellano confitero como el top6nimo malaguefio Confetaire ostentan la continuaci6n del sufijo lat. -ARIUS. Pero las formas paralelas de los demas romances hispanicos son indicio claro de que el etimo debi6 ser un derivado mediante sufijo -ORIU, que pasaria en el romance primitivo a *-oiro; esta terminaci6n extrafia seria absorbida pronto por el sufijo moz. -airo / cast. -ero (como muestran las formas hitero al lado de hituero; cf. supra). Besprechungen - Comptes rendus ROBERT MARTIN, Pour une logique du sens, 2 e edition revue et augmentee, Paris (PUF) 1992, 319 p. Seit bald zwanzig Jahren setzt sich Robert Martin immer deutlicher vom Guillaumismus ab allerdings ohne seine Anfänge zu verleugnen, die auch in jüngeren Publikationen immer wieder einmal durchscheinen. In dieser Zeit hat er sich immer deutlicher der logischen Sprachanalyse und insbesondere der logischen Semantik zugewandt, mit der er sich in zahlreichen Aufsätzen und v. a. drei Buchpublikationen auseinandergesetzt hat. Die erste große Arbeit im Rahmen dieser Neuorientierung erschien 1976 unter dem Titel Inference, antonymie et paraphrase 1 . Martin plädiert hier dezidiert für eine Hinwendung zur formalen Logik, um das Problem der Bedeutung in den Griff zu bekommen. Noch arbeitet er mit einer zweiwertigen Aussagenlogik (wahr/ falsch), läßt aber die traditionellen Ansätze der Philosophie insofern bereits hinter sich, als zur Bestimmung des Wahrheitswertes nur noch bedingt auf die referentiellen Sachverhalte der (objektiven) Welt zurückgegriffen wird; im Vordergrund steht vielmehr die gegebene oder fehlende Äquivalenz von sprachlich mit unterschiedlichen Mitteln realisierten Aussagen. Um dieses «Programm» zu realisieren, werden dann die Begriffe der Inferenz, der Antonymie und der Paraphrase entwickelt und an zahlreichen Beispielen illustriert. In diesem Rahmen finden sich überdies auch eine eindrückliche Behandlung des Synonymieproblems (auf logischer Basis) und eine hochwertige Konnotationstheorie, die von allen unnützen Wucherungen der letzten Jahre (v. a. im literaturwissenschaftlichen Bereich) befreit ist. Die ganze Diskussion mündet in die Frage nach der semantischen Struktur der Sprache, die allerdings noch keine zufriedenstellende Lösung erfährt. 1983 folgte dann mit Pour une logique du sens 2 gewissermaßen der zweite Streich. Der Ansatz aus der ersten Arbeit wird nun insofern radikalisiert, als Martin ganz offen erklärt, daß Semantik nicht absolut fundiert sei, sondern relativen Charakter habe und von der Weltsicht, der Intuition und der Intention des Sprachbenutzers abhänge. Anstelle der zweiwertigen, mit den Wahrheitswerten wahr/ falsch operierenden Logik von 1976 tritt nun eine mehrstellige logique veri-relationelle, die in vielerlei Hinsicht die Saussure'sche Intuition einer immanent-relationalen Linguistik fortschreibt. Dieser Wandel im Ansatz wird dadurch erklärt, daß sich das Instrumentarium von 1976 (zweiwertige Logik und die beiden Operatoren der Notwendigkeit und der Möglichkeit) sehr rasch als ungenügend für die Erfassung der Gegebenheiten von natürlichen Sprachen erwiesen habe; auch die Erweiterung des Inventars durch die nicht-klassischen Begriffe der Inversion, der Präsupposition, des Bedeutungskontinuums und durch die gängigsten rhetorischen Figuren brachte nicht die gewünschte Effizienzsteigerung. So bleibt denn nur der Bruch mit der klassischen Logik, die Hinwendung zur verite flaue, den möglichen Welten und den Diskursbzw. Glaubensuniversien (univers de croyance). In der Tat gelingt es Martin dann in dieser Arbeit (und der folgenden) überzeugend zu demonstrieren, daß dieser Ansatz für die Analyse natürlicher Sprachen bedeutend besser geeignet ist, und dies trotz gewisser 1 Paris, Klincksieck, 174 p. 2 Paris, PUF, 268 p. - CL auch die Besprechung von P. SwIGGERS, VRom. 44 (1985), 268-76. 222 Besprechungen - Comptes rendus Probleme bei der Formalisierung der metasprachlichen Aussagen. - Der Band umfaßt fünf Hauptkapitel. Im ersten werden die grundlegenden Begriffe wie analyticite, (grammaire/ verite) flaue, mande passible, univers de croyance usw. erarbeitet und gezeigt, welchen Nutzen die Semantik aus dem Wahrheitsbegriff ziehen kann; im zweiten Kapitel wird das Problem der analytischen Relation (v. a. im Hinblick auf die linguistischen Definitionen) diskutiert und überdies auf die Frage nach der definitorischen Wahrheit eingegangen; Kapitel 3 behandelt die Modalisierung der Sätze im Rahmen von möglichen Welten und Glaubensuniversien; das 4. Kapitel stellt eine Einführung in die semantique du flau dar; und Kapitel 5 schließlich wagt den Schritt vom Satz zur Aussage und dringt so in den diskursiven und pragmatischen Bereich der Wahrheitsproblematik vor. - Dieser Überblick läßt bereits eines der wesentlichen Anliegen der Untersuchung erkennen: den Versuch, semantischen und pragmatischen Bereich zu trennen. Bedeutung (sens) ist für Martin ein Phänomen des Satzes und des sprachlichen Kontextes (fanctian phrastique und fanctian discursive); auf diesen beiden Ebenen werden a) die Wahrheitsbedingungen festgelgt und b) die Textkohärenz realisiert. Auf der pragmatischen Ebene (fanctian pragmatique) dagegen wird die Äußerung interpretiert, d. h. über ihren mehr oder weniger großen Wahrheitsgehalt entschieden (der je nachdem irgendwo zwischen 1 und O liegen kann). 1987 folgt dann der Band Langage et crayance 3, in dem der Begriff des univers de crayance vertieft behandelt wird. Obwohl natürlich Phänomene wie Phraseologismen, lexikalisierte Metaphern, traditionelle Metonymien usw. für ein solches Glaubensuniversum in hohem Maße signifikant sind, liegen sie doch außerhalb von Martins Fragestellung: Ihm geht es vielmehr um den Versuch einer epistemischen Logik der Sprache, d. h. daß Wahrheit nicht mehr absolut, sondern vielmehr als vom jeweiligen Glaubensuniversum abhängig gesetzt wird. Auf diese Weise lassen sich zahlreiche Ambiguitäten und Widersprüche im semantischen Bereich lösen, die meist durch den Zusammenprall verschiedener univers de crayance im Rahmen der komplexen Kommunikation, z. T. aber sogar innerhalb eines einzigen Diskurses entstehen. Über den Wahrheitswert eines Satzes kann deshalb nur entschieden werden (Martin spricht von decidabilite), wenn er einem Glaubensuniversum (ggf. mehreren Glaubensuniversien) zugewiesen werden kann; dies ist aber nur möglich, wenn der Diskurs sich als konsistent erweist. In diesem Rahmen diskutiert und definiert Martin im 1. Teil des Bandes den Begriff des univers de crayance; im 2. Teil werden dann die epistemischen Operatoren savair und craire einander gegenübergestellt; im 3. Teil wird der Begriff des image entwickelt, und im 4. Teil geht es um den Aussagezeitpunkt als Ort, an dem verschiedene Glaubenswelten interferieren können; der 5. Teil schließlich ist der Quantifikation im Bereich der Glaubensuniversien gewidmet und führt von der subjektiven zur analytischen Wahrheit. Dieser letzte Schritt ist es, der es erlaubt, die Hoffnung nicht aufzugeben, daß es hinter der subjektiven Relativität des Wahren doch noch vermittelbare Konstanten gibt. Vom zweiten Teil dieser «Trilogie» liegt nun eine gründlich überarbeitete zweite Auflage vor. Martin hat das erste Kapitel (21-57) weitgehend neu geschrieben, um dem Fortschritt der Diskussion seit 1983 Rechnung zu tragen; es hat dadurch erheblich an Stringenz gewonnen. Größere Eingriffe finden sich ferner auch in den Kapiteln II und IV, kleinere auf Schritt und Tritt. Neu dazu gekommen ist schließlich ein Kapitel VI, in dem versucht wird zu zeigen, wie mit den Begriffen der möglichen Welt und des Glaubensuniversums Phänomene wie die Ironie und die Fiktion angegangen werden können eine überzeugende Ergänzung, die deutlich macht, daß das Potential dieses Ansatzes noch lange nicht ausgereizt ist. 3 Bruxelles, Mardaga, 189 p. Besprechungen - Comptes rendus 223 Robert Martin hat hier eine überzeugende Neubearbeitung vorgelegt, die dafür sorgen wird, daß dieses Buch auch weiterhin in der Diskussion bleibt. Nun würde man sich nur wünschen, daß auch der erste Band von 1976 auf den letzten Forschungsstand gebracht wird. P.W. * JEAN DAvm/ GEORGES KLEIBER (ed.), Determinants: Syntaxe et semantique. Colloque International de linguistique organise par la Faculte des Lettres et Sciences Humaines de Metz, Centre d'Analyse Syntaxique (6-8 decembre 1984), Metz (Centre d'Analyse Syntaxique) 1986, 337 p. (Recherches Linguistiques 11) Das Kolloquium, dessen Akten hier vorliegen, ist das vierte in einer Reihe, die 1974 eröffnet wurde und die ein beachtliches Echo gehabt hat: Auf die Mode/ es logiques et niveaux d'analyse logique (1974) folgte La notion d'aspect (1978) und La notion semanticologique de modalite (1981) 1 . Wie in den beiden vorhergehenden Veranstaltungen (z. T. auch in der ersten) sollte ein zentrales Problem aus dem Bereich von Syntax und Semantik aus der Sicht der verschiedensten Ansätze und Schulen beleuchtet und in seiner Behandlung vorangebracht werden. Dieses Ziel ist ganz sicher erreicht worden, wenn man auch keinen vollständigen und lückenlosen Überblick über das ganze aktuelle Spektrum der Lehrmeinungen erwarten darf; noch weniger kann natürlich ein solches Kolloquium als Ergebnis eine homogene Synthese, eine Art für die Zukunft verpflichtendes «Determinantenparadigma» erbringen. Es ist sicher schon ein großes Verdienst, wenn deutlich wird, daß der Begriff der Determinanten keineswegs ausschließlich von der generativen Transformationsgrammatik gepachtet ist und so praktisch unvermeidlich auf den Ansatz Chomskys und seiner Schüler zurückverweist. Die Vielfalt der in diesem Band zu Worte kommenden Meinungen zeigt vielmehr, daß zu Beginn der 80er Jahre eine starke Diversifizierung der Debatte stattgefunden hat. Dieser Dynamismus ist im wesentlichen auch heute noch nicht erlahmt und läßt hoffen, daß die drohende Gefahr einer doktrinären Verkrustung, die sich in den 70er Jahren abzeichnete, gebannt werden konnte. Dies dürfte auf jeden Fall für den romanistischen Bereich gelten. Die 19 Beiträge dieses Sammelbandes werden in alphabetischer Reihenfolge präsentiert. Es handelt sich im einzelnen um: l. JEAN-CLAUDE ANSCOMBRE, Article zero, termes de masse et representation d'evenements en franr;ais contemporain (5-34); 2. GERARD DELE- DALLE, La philosophie du quantificateur existentiel selon Charles S. Peirce (35-40); 3. MICHEL GALMICHE, Reference indefinie, evenements, proprietes et pertinence (41-71); 4. GERTRUD GRECIANO, Determinants et idiomes (73-86); 5. MAURICE GRoss, Syntaxe du determinant possessif (87-111); 6. ANDRE JoLY, La determination nominale et la querelle des universels (113-33); 7. STANISLAW KAROLAK, Le statut de l'article dans une grammaire a base semantique (125-55); 8. MAREK KESIK, Determinants et cataphoricite des SN (157-67); 9. GEORGES KLEIBER, Adjectif demonstratif et article defini en anaphore fidele (169-85); 10. ROBERT MARTIN, Les usages generiques de l'article et la pluralite (187-202); ll. JEAN- PrnRRE MAUREL, Le parametre «absence de l'article» en latin (203-15); 12. KERSTIN ÜLssoN-JONASSON, L'article defini generique et l'interpretation des modaux (217-26); 13. LELIA PrcABIA, Remarques sur l'interpretation indefinie (227-45); 14. JEAN-EMMANUEL TYVAERT, Determination: une approche logique (247-61); 15. PAUL VALENTIN, Le jeu du 1 Die entsprechenden Akten sind als Bände 2 (1976), 5 (1980) und 8 (1983) der Recherches linguistiques erschienen; sie werden wie der hier vorliegende Band von Klincksieck/ Paris ausgeliefert.