Vox Romanica
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Francke Verlag Tübingen
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Kristol De StefaniCorpus Biblicum Catalanicum (CBCat). Edició crítica de les traduccions bíbliques en llengua catalana fins a l’any 1900, promoguda per l’Associació Bíblica de Catalunya. Pere Casanellas i Bassols, Armand Puig i Tàrrech (ed.): 3. Bíblia del segle XIV: Èxode, Levític. Transcripció a cura de Jaume Riera i Sans. Aparats crítics, notes i glossari a cura de Pere Casanellas i Bassols. Estudi introductori d’Armand Puig i Tàrrech, Barcelona (Publicacions de l’Abadia de Montserrat) 2004, cxl+496 p.
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Jordi Bruguera
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beurteilen, d. h. von der weitgehend ohne textimmanente Verweise auskommenden, listenartigen Form der Fazañas bis hin zur Gliederung nach Büchern, die durch adäquate Textphorik aufeinander aufbauen wie im Codi oder den Partidas. «Bei den sprachlichen Mitteln gibt es zwei große Wendepunkte: der erste führt von den Fazañas mit ihrer einfachen Reihung von Sachverhalten zu den Fueros, dem ‹konditionalen Typ›. Die zweite führt von den Fueros zum Codi mit dem Ausdruck zahlreicher Relationen, verschiedenen Unterordnungstypen und einem besonderen Hang zur differenzierten Verknüpfung von Sätzen. Die Typen lassen sich mit den jeweils häufigsten Wort charakterisieren: et, si und que. Die Flores und die Partidas gehören wie der Codi zum que-Typ und sind tatsächlich in syntaktischer Hinsicht verwandt, was sie einer Diskurstradition zuordnet. Dem que-Typ entsprechen auch bestimmte Tendenzen im Wortschatz, nämlich die Nutzung bestimmter Wortbildungsmöglichkeiten, besonders im Bereich der Nominalkomposition.» (264-65) Der Einfluss der Bolognesischen Renaissance in Form der Rechtssummen hat auch in sprachlicher Hinsicht gewirkt, was gerade auch an den verschiedenen Junktionstechniken der kastilischen Rechtstexte zu beobachten ist. Die delikate Beweisführung zum Ausbaugrad einer Sprache bzw. zur Elaboriertheit von repräsentativen Texten, die ein bestimmtes Stadium des Ausbauprozesses widerspiegeln sollen, hat Kabatek problemlos gemeistert, indem er aufzeigt, wie sich Sprachwandelprozesse Schritt für Schritt vollziehen, sprachliche Innovation oft systemimmanent bleibt und manchmal nur in Frequenzänderung besteht, mitunter bedingt durch Interferenzen oder anderen sich ändernden Konstellationen. Die vom Autor im Internet verfügbar gemachten Primärtexte sind ebenfalls eine Bereicherung, da so ein problemloser Zugriff und eine entsprechend häufige Benutzung gewährleistet werden 3 . Roger Schöntag ★ Corpus Biblicum Catalanicum (CBCat). Edició crítica de les traduccions bíbliques en llengua catalana fins a l’any 1900, promoguda per l’Associació Bíblica de Catalunya. Pere Casanellas i Bassols, Armand Puig i Tàrrech (ed.): 3. Bíblia del segle XIV: Èxode, Levític. Transcripció a cura de Jaume Riera i Sans. Aparats crítics, notes i glossari a cura de Pere Casanellas i Bassols. Estudi introductori d’Armand Puig i Tàrrech, Barcelona (Publicacions de l’Abadia de Montserrat) 2004, cxl + 496 p. La edición crítica de las traducciones catalanas de la Biblia o de textos relacionados directamente con ella, desde los inicios en el siglo XIII hasta el siglo XIX, recoge una necesidad evidente en la historia de la lengua y la cultura catalanas, ya expresada por muchos investigadores y eruditos desde hace muchos años. La existencia de estas versiones catalanas medievales de la Biblia hace tiempo que ya era suficientemente documentada, y los historiadores de la literatura habían hecho referencia a ella. Sin embargo, un proyecto de la Asociación Bíblica de Cataluña, largamente meditado y elaborado, cristalizó, en el mes de septiembre de 2004, en esta primera manifestación palpable de lo que tiene que ser un Corpus Biblicum Catalanicum. Según el plan previsto de la edición de toda la obra, este corpus tiene que constar de unos cuarenta volúmenes, parecidos al que presentamos, publicados, si es posible, a razón de dos por año. Lo cual quiere decir que, como ya suele pasar en obras semejantes de esta naturaleza y envergadura, hará falta una buena dosis de paciencia para alcanzar el término de toda la 258 Besprechungen - Comptes rendus 3 Marginalia sind einige Druckfehler wie *anchronistisch anstatt anachronistisch (213), *eienr anstatt einer (230) oder *klssisch anstatt klassisch (236). publicación, y que algunos de los que ahora celebramos su inicio no veremos seguramente su coronación. Es preciso confesar desde un principio que no resulta muy normal que escriba una reseña crítica de una obra alguien que es al mismo tiempo uno de sus colaboradores. Pero, tratándose de un libro que es solamente el arranque de una obra mucho más extensa y compleja, esta recensión puede ser más bien una presentación que un análisis crítico, que otros podrán hacer con mayor conocimiento de causa cuando se haya terminado del todo. Por otra parte, el hecho de ser colaborador de esta obra al haber tomado a cargo la preparación de tres volúmenes que incluyen los cuatro libros de los Reyes puede permitir a quien escribe estas líneas el ofrecer una visión experimentada y comprometida de las primicias que presenta. El volumen que nos ocupa es el tercero de la serie, no el primero, como sería lógicamente de esperar. Pero en obras de esta índole, que requieren ser repartidas entre muchos colaboradores, resulta difícil lograr que todos puedan llevar a cabo sus respectivas tareas a un mismo ritmo y terminarlas exactamente en un mismo plazo prefijado. La publicación de los varios volúmenes a medida que se van concluyendo, aun sin observar el orden serial riguroso, evita que los originales se marchiten esperando su turno de aparición, estimula a los colaboradores que todavía trabajan y anima a los lectores que esperan pacientemente. Este tercer volumen se inicia con una presentación que explica la génesis del Corpus y un extenso estudio introductorio sobre la Biblia del siglo XIV, el texto latino básico, las influencias hebreas, las diversas traducciones, los traductores y la tradición manuscrita con los tres principales códices llamados Peiresc, Egerton y Colbert. Naturalmente, el lugar propio de estos textos introductorios es el volumen segundo, que, además de contener el primer libro de la Biblia, el Génesis, tiene que introducir a toda la Biblia del siglo XIV (el primer volumen tiene que contener la historia de la Biblia latina en los países de lengua catalana entre los siglos IV i XV). Pero por el hecho de iniciar la publicación del Corpus con el volumen tercero, se ha creído conveniente anticipar ya a los lectores esta información general introductoria, aun a costa de ser repetitivos. En síntesis, el estudio introductorio intenta presentarnos las características de los tres manuscritos básicos ya mencionados de la Biblia medieval, Peiresc, Egerton y Colbert, los tres fechados en el tercer cuarto del siglo XV, con pocos años de diferencia entre ellos, pero con particularidades importantes en cuanto a su relación con las traducciones originales anteriores y el latín básico de la Vulgata, de donde partían los traductores. Cabe observar que estos manuscritos se basan en dos versiones anteriores, una más completa, de la Biblia entera, y otra incompleta. Las versiones catalanas pueden haber experimentado también influencias de textos bíblicos hebreos y de otras versiones latinas de la Vulgata, surgidas en territorio catalán. La parte introductoria termina con la exposición de los criterios de edición, las abreviaturas adoptadas y la bibliografía citada. Sigue un extenso glosario que incluye las palabras del texto que no se encuentran en los modernos diccionarios generales de la lengua, especialmente el Diccionari de la llengua catalana del Institut d’Estudis Catalans y los de Alcover-Moll y Coromines, y algunas otras palabras que estos diccionarios incluyen, pero que son arcaicas o poco usadas en la actualidad y que, por lo tanto, pueden ser poco familiares a un lector moderno. También incorpora palabras que aparecen en los diccionarios actuales, pero no con el significado que tienen en los textos bíblicos editados. Cada volumen tendrá su correspondiente glosario y, cuando se haya terminado la publicación de todos los volúmenes del Corpus, se preparará un glosario general en un solo volumen. Estos glosarios, con buenos y extensos comentarios en muchas palabras, tienen un gran interés lingüístico. Porque hay que confesar que la recuperación crítica de estas versiones bíblicas medievales tiene un interés escriturístico muy relativo. Bien poco aportan, por no decir nada, a 259 Besprechungen - Comptes rendus los conocimientos exegéticos de la Biblia. Las traducciones que nos transmiten los manuscritos editados a menudo son muy defectuosas, fruto de la poca pericia o de la precipitación del traductor o los traductores, aunque algún manuscrito revele la buena intención de aquellos de ofrecer una traducción fiel y fiable del texto sagrado a partir del texto latino de la Vulgata, con la voluntad de mejorar otras versiones precedentes y de liberarse de adherencias judías. A pesar de todo, son para nosotros un importante testimonio histórico del interés de la época por hacer asequible al pueblo fiel el conocimiento de las Sagradas Escrituras. Son elementos importantes para la historia de la divulgación popular de la Biblia. En cambio, estas versiones bíblicas catalanas medievales son de un gran interés para la historia de la lengua catalana. Nos ofrecen un buen panorama de su estado en la segunda mitad del siglo XV, a través de un corpus tan importante por su extensión y variedad de géneros y registros literarios como es la Biblia. Sin embargo, hay que subrayar en seguida, negativamente, que la misma falta de regularidad en la grafía que observamos en la mayoría de textos medievales quizás aparece mucho más acentuada en estas versiones bíblicas, sobre todo las que nos transmiten los manuscritos Peiresc y Colbert, que parecen mucho más relacionados entre ellos. La especie de despreocupación general de los copistas medievales, que a menudo escriben una palabra de una manera y después de pocas palabras o líneas más abajo la escriben de otra, aparece más exagerada en estos códices. En especial cuando transcriben nombres propios, tanto personales como geográficos: un verdadero desbarajuste. Si podemos decir que la ausencia de una normativa ortográfica académica en aquellos tiempos era sólo suplida por el mayor o menor grado de formación y coherencia de que era capaz el amanuense, estas cualidades no se muestran muy relevantes en nuestros copistas bíblicos. En comparación con otros textos medievales, sorprende particularmente por tanta reiteración, por ejemplo, la transcripción de s sorda por c en casos como el pronombre se (ce) o el posesivo seu (ceu); la grafía ll por la l final (Israell); muchísimas h antietimológicas aberrantes; constantes confusiones en toda posición entre a/ e átonas (vocal neutra), de una manera escandalosa y agobiante sobre todo en el manuscrito Peiresc. Son bastante frecuentes los casos de malas lecturas textuales o de traducciones defectuosas a causa del fluctuante conocimiento del latín que demuestran los traductores o de falsas interpretaciones de otras posibles versiones catalanas precedentes. En conjunto, la tónica general de la lengua que manifiestan estas versiones bíblicas, especialmente la de los manuscritos Peiresc y Colbert, es más bien pobre. Muestra, sí, una continuidad del estado de la lengua que revelan textos de épocas anteriores, pero más pobre. A pesar de que el manuscrito Egerton parece más moderno y esmerado por la mayor regularidad de su grafía, por la adopción de formas gramaticales más avanzadas, por una estructura sintáctica más fluida, por algunas soluciones léxicas más nuevas. Este tono más bien gris de la lengua de la Biblia medieval, la de los tres manuscritos mencionados, tal vez podría hacer pensar a alguien que preludia ya la llamada época de decadencia de la lengua catalana. ¿Pero esto ya en la segunda mitad de un siglo que vio autores y obras como Ausiàs March, Curial i Güelfa, Tirant lo Blanch, Jaume Roig, Roís de Corella, Pere Miquel Carbonell, Les Regles d’esquivar vocables, etc.? ¿No sería más acertado pensar en la casual impericia literaria de unos traductores y copistas, clérigos o laicos, quizás incluso judíos conversos? En cambio, y sobre todo, la Biblia catalana medieval nos brinda a cada paso verdaderas sorpresas lingüísticas interesantísimas, particularmente en el ámbito del léxico y en todos los vocabularios, pero especialmente - ni que decir tiene - en el religioso: descubrimos muchas palabras no registradas en nuestros diccionarios o con acepciones no tenidas en cuenta. He ahí una pequeña serie de muestra, sin comentarios, que el lector podrá consultar en el Glosario: aïnar, aixenglonar, alcla, allapidar, amistança, avivadís, bestesa, bossanya, cala- 260 Besprechungen - Comptes rendus brina, claustra, comoldre, deperdre, esperulla, far, fonedís, grazala, horribletat, ligírius, nedo, oferació, ofirent, Peça, promeia, pujador, rabegina, raonal, ret/ arret, retella, revidar, sacerdotaria, sanadura, sàrdius, sàvena, setim, solesa/ solea, sotsescur, sotsroig, tornet. . . Una auténtica mina para nuestro léxico. En las notas al texto se hacen las aclaraciones necesarias sobre palabras concretas interesantes y, si éstas merecen algún comentario más extenso, se remite a las entradas correspondientes del Glosario. Por otra parte, la presentación en columnas, de forma sinóptica, del texto original de la Vulgata y de las distintas versiones catalanas permite al lector hacerse cargo, por sí mismo, de los resultados más o menos afortunados que han podido lograr cada una de ellas, con las particularidades lingüísticas propias. Podemos felicitarnos por el inicio de este Corpus Biblicum Catalanicum y desearle una firme continuación y un feliz coronamiento. Ha de ser otro fruto notable de la filología catalana. Jordi Bruguera ★ Luis Fernando Lara, De la definición lexicográfica, México (El Colegio de México) 2004, 183 p. (Col. Jornadas 146) Las reminiscencias clásicas del propio título nos advierten de que nos enfrentamos a un inusual tratado lexicográfico, donde se agrupan seis ensayos (publicados entre 1998 y 2003) que combinan las preocupaciones teóricas con el análisis empírico de los datos y la originalidad de las hipótesis. Nos parece ocioso señalar que Luis F. Lara lleva años de entrega a la lexicografía española, disciplina en la que ha logrado una brillante experiencia y maestría, sobre todo con la elaboración del Diccionario del español de México. Dicha práctica le ha permitido conocer de primera mano las dificultades inherentes al método lexicográfico y a la definición del significado. Por este motivo, aunque en el ámbito especializado abunden los tratados con reglas de definición y clasificaciones de sus tipos, Lara consideró que no se debía posponer más la reflexión sobre la definición lexicográfica. Su larga experiencia le había enseñado que «cada significado que se explora y trata de interpretar hace resurgir por completo la complejidad del problema y actualiza las interrogantes que se ha hecho la humanidad al respecto desde tiempos antiguos» (10). Este libro nace, pues, del esfuerzo cotidiano de un lexicógrafo, cuya honestidad intelectual le lleva a reflexionar sobre una cuestión que lo inunda de dudas cada vez que se enfrenta con la definición de un vocablo nuevo. Como la lexicografía es la disciplina intelectual que mejor puede dar cuenta del «problema de la definición», le corresponde al lexicógrafo ilustrar las sombras que oscurecen las páginas filosóficas de numerosos tratadistas. El autor goza de suficiente práctica en una materia que ha interesado a todo el pensamiento occidental y sobre la que no se ponen de acuerdo ni los filósofos de la ciencia ni los lógicos. Pero no pretende «reivindicar un acercamiento exclusivo e intuitivo a la cuestión de la definición, que permita desdeñar la lógica y la filosofía de la ciencia y dar la razón a los que creen que la cuestión es banal». Antes bien, los estudios que aquí se publican parten de las enseñanzas y los conocimientos heredados de la tradición filosófica, pues el ejercicio de construir una definición «no se realiza espontáneamente, sino que requiere criterios bien establecidos y métodos bien explicados» (11). En suma, estos ensayos ofrecen un panorama donde se reivindica una parcela lingüística muy importante para la lexicografía. Redactar una definición no consiste en acumular racimos de voces ni en apuntar espontáneamente en un papel el significado del lema, como 261 Besprechungen - Comptes rendus
