eJournals Vox Romanica 66/1

Vox Romanica
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0042-899X
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Francke Verlag Tübingen
Es handelt sich um einen Open-Access-Artikel, der unter den Bedingungen der Lizenz CC by 4.0 veröffentlicht wurde.http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/121
2007
661 Kristol De Stefani

El Pretérito Indefinido y el Pretérito Perfecto aorístico en combinación con el adverbio hoy

121
2007
Ilpo  Kempas
vox6610182
El Pretérito Indefinido y el Pretérito Perfecto aorístico en combinación con el adverbio hoy 1. Introducción En este artículo, consideramos las frecuencias de uso del Pretérito Indefinido (en adelante: PI) y del Pretérito Perfecto (en adelante: PP) aorístico (o «perfectivo») en oraciones en que figura el adverbio hoy. Este último aparece como resultado de un proceso de gramaticalización, que se ha producido sólo en determinadas variedades del español. Nos basamos en datos recogidos empíricamente, a través de pruebas de evocación realizadas en distintos puntos geográficos de la España peninsular. La razón por la que pretendemos arrojar más luz sobre esta cuestión es que en estudios anteriores (Kempas en prensa; Kempas 2006: 50-57) sobre la elección entre el PI y el PP en contextos hodiernales (en adelante: HOD), es decir, relacionados con el día de la comunicación, detectamos una frecuencia más elevada del PP cuando en la proposición figuraba el adverbio hoy que cuando se incluía algún otro complemento adverbial HOD. Esto contrasta con la opinión de autores reconocidos (Alarcos Llorach 1947 [1980: 24-25]), según la cual el PP sería la única opción cuando en la oración figura el adverbio hoy. En el presente trabajo, examinaremos con más detalle la distribución del PI y del PP en otros dos ejemplos con el adverbio hoy. 2. Antecedentes En las diferentes variedades peninsulares del español, el PP aorístico (en adelante: AOR) ha penetrado en todos los contextos HOD, donde alterna con el «tradicional» PI. Lo ocurrido es resultado de un proceso evolutivo que no ha tenido lugar en las demás variedades principales del idioma (español americano y canario) ni en el área peninsular ocupada por los dialectos asturleoneses (Gili Gaya 1993: 161; Zamora Vicente 1967: 208; Kany 1969: 199-200). Se trata de casos como: (1) a. No he oído lo que has dicho. (frente a: No oí lo que dijiste.) b. Hoy he almorzado / almorcé a la una. (frente a: Hoy almorcé a la una.) Cuando la acción acaba de producirse, (1a) la norma peninsular aprueba sólo el uso del PP, mientras que el del PI se considera como típico de Asturias y León (Butt/ Benjamin 2004: 228). Nuestros resultados (Kempas en prensa y 2006: 50-57) apoyan la evidencia anterior, sugiriendo que el PI apenas se usa en este contexto Vox Romanica 66 (2007): 182-204 El Pretérito Indefinido y el Pretérito Perfecto aorístico fuera de dichas regiones. En cambio, el ejemplo (1b) ilustra la coexistencia de ambos tiempos verbales en el español peninsular estándar, cuando el evento HOD referido no se ha producido en un pasado tan inmediato como el ilustrado en el ejemplo (1a). Tanto en (1a) como en (1b), el evento expresado por el predicado ha concluido claramente en el momento del enunciado y no guarda relación con el mismo. La perspectiva temporal se percibe como cerrada. Se trata del aspecto gramatical Aoristo o Perfectivo: el evento se percibe como conjunto con límites estrictos (Bybee/ Pagliuca/ Perkins 1991: 54; Schwenter 1994: 73-5; Serrano 1994: 39; Thieroff 2000: 276-77; García Fernández 2000: 48). El PI es siempre AOR, mientras que el PP lo es a) principalmente en el español peninsular estándar 1 y b) principalmente en los contextos HOD 2 . En otros casos, el PP representa el valor Perfecto (o Anterior) (en adelante: PERF): el evento se ha producido o empezado a producirse antes del momento de referencia (en el caso del PP coincide con el momento comunicativo), para el cual sigue siendo relevante (Bybee/ Pagliuca/ Perkins 1991: 53 y 1994; Dahl 1985: 138-39; Comrie 1976: 25). Por su definición, el término «anterior» es sinónimo de Perfecto - arraigado en la nomenclatura española recientemente - aunque el primero tiene un origen un poco original: se basa en el llamado «enfoque Bybee-Dahl» (p. ej. Dahl 2000: 7), que no distingue entre tiempo y aspecto. No obstante, ha sido usado en la bibliografía por muchos autores, incluso por aquellos que sí distinguen entre tiempo y aspecto, como Serrano 1994: 39 y 2006: 131 3 , Thieroff 2000: 276-77 y Kempas 2006. El aspecto PERF no puede emplearse como tiempo de la narración para relatar eventos sucesivos («primero . . . luego . . . después . . . »); esta propiedad la tiene sólo el aspecto AOR (Lindstedt 2000: 371). En el ejemplo siguiente (2), el PP expresa el valor aspectual PERF: (2) a. He estado muy ocupado hoy. (Tengo un montón de cosas que hacer.) b. Hemos cambiado de coche. c. He visitado Argentina dos veces. Se observa la relevancia que el evento tiene respecto al momento presente, independientemente de si el evento está terminado (2b y 2c) o no (2a). El cambio ilustrado con el uso del PP en el ejemplo (1) es resultado de un proceso de gramaticalización, en el que el PP ha aumentando su campo semántico, adoptando un nuevo valor aspectual (el AOR) e introduciéndose en un contexto 183 1 El frecuente uso del PP en lugar del PI, también en los contextos HOD, es típico del español hablado en el norte de Argentina y parte de Bolivia (Kany 1969: 199; Alarcos Llorach 1994: 167; 448; Gili Gaya 1993: 160; Lapesa 1981: 590). En opinión de Donni de Mirande 1992: 655-70 y DeMello 1997, se extiende hasta Perú. 2 Existen estudios empíricos según los cuales, en el español peninsular, el uso AOR del PP se está extendiendo gradualmente a contextos temporales anteriores al día del habla (Schwenter 1994; Serrano 1994). Para frecuencias de uso y diferencias regionales, véase Kempas 2006. 3 Serrano 2000: 131 emplea este término junto con «imperfectivo» («el valor anterior e imperfectivo»). Ilpo Kempas 184 temporal donde, para expresar dicho valor, antes se usaba únicamente el PI. El que el PI prevaleciera antes también en el español peninsular en los contextos HOD queda patente en la conservación de ciertas expresiones fijas, como «se acabó» y «te pillé». En éstas, contrariamente a lo que hemos señalado en relación con el ejemplo (1), se sigue empleando el PI - siendo posible también el PP. Por gramaticalización se entiende aquí un proceso de cambio en el que determinados lexemas se convierten en morfemas gramaticales o ciertos morfemas gramaticales aumentan su carácter gramatical. La segunda parte de esta definición, basada en Kury l owicz 1965: 69, corresponde a lo ocurrido al PP en el español peninsular. Dos fenómenos íntimamente ligados a la gramaticalización, esto es, el reanálisis y la analogía (Hopper/ Traugott 1993: 32, 61), son fáciles de reconocer también en esta evolución y sus fases anteriores. El reanálisis consiste en la evolución de nuevas estructuras a partir de las viejas, y funciona en el eje sintagmático. Un caso de reanálisis se dio cuando el lexema latino habere, que expresaba únicamente posesión, adoptó una función gramatical al nacer la perífrasis «habere + participio pasado». La extensión - que pasó por varias etapas - al uso actual de la perífrasis como perfecto compuesto PERF, tal como se usa en español (cf. ej. 2) y las demás lenguas románicas, ocurrió después por analogía - un fenómeno del eje paradigmático. La nueva estructura se generalizó y se aplicó a nuevos contextos. Un nuevo reanálisis se produjo cuando, en los contextos HOD, el PP adoptó en el español peninsular una nueva función, la de expresar el valor aspectual AOR. Siempre y cuando el uso AOR del PP se extienda a contextos anteriores al día del habla, esto debe considerarse otra vez como fenómeno analógico. Por consiguiente, la «aoristización» del perfecto compuesto es un fenómeno que, además del español, abarca otras lenguas románicas, sobre todo el francés, el italiano - salvo los dialectos del sur (Sobrero 1988: 734; Squartini/ Bertinetto 2000: 424-26) - y el rumano (Mallison 1988: 407; Daniliuc/ Daniliuc 2000: 157). Su historia está bien documentada en francés: según la gramática de Port-Royal (Lancelot/ Arnaud 1660: 108-09), el passé composé se usaba en el siglo XVII para referirse a eventos HOD y el passé simple, respectivamente, para aludir a los ocurridos antes del día del habla. Tal división funcional correspondía en cierta medida a la que existe entre el PI y el PP en el español peninsular actual. Después, la gramaticalización del passé composé AOR ha continuado en francés de tal forma que su uso ha rebasado el límite del día de la comunicación y se ha extendido a todo tipo de situaciones pasadas AOR. En lo que respecta al español, Thibault 2000: 64-65 señala algunos ejemplos, poco numerosos del uso del PP AOR en los contextos HOD en La Celestina (1499), de Fernando de Rojas. Su introducción coincide pues con la época del descubrimiento de las Américas. No obstante, como en aquella época el proceso de introducción de ese uso innovador estaba todavía en ciernes en la Península, nunca llegó a tener arraigo en el español americano general 4 . 4 Para el frecuente uso del PP en el noroeste de Argentina y en Bolivia - y al menos en cierta medida en otras zonas andinas limítrofes - no hay una explicación comúnmente aceptada. Puede El Pretérito Indefinido y el Pretérito Perfecto aorístico 3. Problema de investigación, metodología y material Nos interesamos aquí por las diferencias en la distribución entre el PI y el PP que presentan tres oraciones de evocación, todas ellas de naturaleza AOR, que incluyen el adverbio hoy. En el apartado número cinco presentamos las frecuencias obtenidas. Las oraciones son las siguientes: (3) a. Hoy (yo) ______ a las seis y pico, luego ______ al baño a ducharme. b. Hoy ______ a la universidad justo antes de que --a llover a cántaros. c. Hoy ______ al trabajo a las siete. ______ en coche para evitar que la lluvia me ---. En (3a), el ejemplo está compuesto de dos proposiciones principales referidas a dos eventos consecutivos y unidos por el adverbio temporal luego, cuya presencia garantiza también que el predicado de la primera sólo puede asumir el aspecto AOR, quedando excluido el PERF. Para excluir la posibilidad de que luego se haya interpretado como enlace subordinante con valor consecutivo, como en «Hoy he llegado a las seis y pico, luego iré al baño a ducharme» - en cuyo caso ya no podemos estar seguros de que el predicado sea de valor AOR - excluimos del análisis los casos donde en una u otra proposición no figure el PI o el PP. El ejemplo (3b) está compuesto por una proposición principal y una subordinada que requiere el subjuntivo. La presencia de la conjunción antes de que hace que el predicado de la proposición principal sólo pueda asumir el valor AOR. Por último, el ejemplo (3c) está compuesto por dos proposiciones principales separadas, de las cuales la segunda se combina con una construcción de infinitivo encabezada por la conjunción para, seguida del verbo evitar, lo que requiere el empleo del subjuntivo en la subordinada que le sigue. El valor AOR de la primera proposición principal queda asegurado por la segunda, que presenta la situación entera como claramente desvinculada del momento del habla. No obstante, si en esta oración figura el verbo venir («Hoy he venido al trabajo a las siete»), el PP puede recibir también el valor PERF: en tal caso, el hablante puede contemplar la situación dada desde la perspectiva de seguir en el trabajo durante el momento del habla. En nuestro análisis se incluyen sólo los casos en los que el ejemplo se había interpretado como referido al pasado (aorístico). Como es evidente en el ejemplo anterior (3), las oraciones de evocación también pueden considerarse como referidas a una situación futura. 185 considerarse como parte del proceso de aoristicazión del PP tal como se ha presentado en ciertas otras lenguas románicas y en el español peninsular. Por otra parte, coincide geográficamente con el dominio lingüístico del quechua, cuyas influencias en el español de las zonas andinas bilingües - también el área de la sintaxis verbal - se han señalado repetidas veces en la bibliografía (para Bolivia, ver Lipski 1994: 216-27). Como contraargumento al supuesto origen quechua de este fenómeno, en Kempas 2006: 264 demostramos el carácter lineal de la disminución de la frecuencia del PP en el español santiagueño a medida que crece la distancia temporal entre el evento y el momento del enunciado. Este patrón corresponde a la gradual introducción del perfecto compuesto en contextos temporalmente más lejanos, atestiguada en algunas otras lenguas románicas. Ilpo Kempas 186 El método usado es la llamada prueba de evocación. Los informantes rellenan, con verbos y en tiempos que ellos mismos escogen, los espacios vacíos de las oraciones propuestas (cf. ej. 3). Berschin 1976 aplicó este método para estudiar el uso de los tiempos verbales en España. Ha sido empleado también en estudios más recientes sobre sintaxis, en diversos idiomas (Dahl 2000). En estudios sobre sintaxis, este método presenta la ventaja de que permite obtener ocurrencias del objeto de investigación mucho más fácilmente que las muestras basadas en la aportación de todos los elementos de la oración por parte de los informantes (entrevistas orales y otros tipos de actos de habla). En estas últimas, el objeto de investigación puede aparecer tan raras veces que resulte difícil sacar conclusiones sobre frecuencias. Además, la prueba de evocación permite investigar las costumbres lingüísticas de un gran número de personas, ventaja de la que, por naturaleza, carecen los métodos arriba citados - éstos requerirían mucho más tiempo y esfuerzo. La desventaja de la prueba de evocación es que no permite poner de manifiesto los factores situacionales relacionados con cada enunciado - por la simple razón de que no existen. Además, el que a los informantes se les presente la oración como marco ya existente puede no corresponder a su idiolecto; es probable que muchos de ellos expresen lo propuesto de alguna otra manera. No obstante, no creemos que esto reduzca la validez de los resultados obtenidos. Los datos se recogieron mediante un cuestionario, que fue rellenado por informantes españoles peninsulares de habla española en Madrid, Zaragoza, Granada, Santander, Tolosa, Barcelona y Castellón, entre junio de 2005 y marzo de 2007. El criterio «informante español peninsular de habla española» abarca también a los informantes que indican que su idioma materno es otro idioma peninsular (n = 80, catalán/ valenciano: 45; euskera: 35) 5 . Esto es una elección consciente. En primer lugar, es un hecho generalmente conocido que, la mayoría de las veces, incluso los hablantes nativos de euskera o catalán/ valenciano son completamente bilingües. En segundo lugar, el bilingüismo y los contactos entre el español y los demás idiomas peninsulares - aunque éstos se reflejen en las respuestas de los informantes - son parte del panorama global del uso del idioma español en España. De hecho, tomamos el factor «idioma materno» en cuenta al analizar los resultados y evaluaremos su posible influencia. Planteamos la hipótesis de que, en caso de que la lengua materna del informante se refleje en su elección entre el PI y el PP en los casos que estudiaremos aquí, en los hablantes nativos de catalán/ valenciano esa influencia produce un aumento en la frecuencia del PP, porque en catalán el tiempo pasado AOR usado en los contextos HOD es el perfecto compuesto he cantat (Eberenz 1977: 519; Pérez Saldanya 1999: 2592). Pérez Saldanya 1999: 2593 ilus- 5 La cuestión sobre el idioma materno de una persona originaria de una zona donde se habla alguna lengua minoritaria peninsular es potencialmente delicada, pudiendo «levantar ampollas». Por esta razón, y apoyándonos en Herrera 2006, hay que tomar en cuenta la posibilidad de que el idioma regional se mencione como idioma materno aunque en realidad el idioma materno del informante sea el español. El Pretérito Indefinido y el Pretérito Perfecto aorístico tra explícitamente, con ejemplos, la agramaticalidad del uso del perfecto perifrástico vaig cantar - que aspectualmente puede considerarse como equivalente al PI del español - en los contextos HOD. A diferencia del español, en el catalán moderno, el perfecto simple cantí (siempre de valor AOR) se ha convertido en un tiempo literario, como en francés (Bec 1970: 483). En el lenguaje común, está geográficamente limitado al País Valenciano y a las Baleares (Badia i Margarit 1991: 146). En opinión de Wheeler 1988: 189, el perfecto simple se emplea sólo en el valenciano central, pero ciertas formas del mismo se emplean en las demás variedades valencianas y en las Baleares. En euskera se usan distintos auxiliares para referirse a eventos AOR dependiendo de si el evento es HOD o si se ha producido antes del día del enunciado. Ilustramos esta diferencia en Kempas 2006: 235: «hoy he ido de compras» se expresa en euskera «gaur erosketak egitera joan naiz», mientras que el equivalente de «ayer fui de compras» es «atzo erosketak egitera joan nintzen». No nos atrevemos a afirmar que el auxiliar correspondiente al PP español sea la única opción en euskera en los contextos HOD, de la misma manera que lo es el perfecto compuesto en catalán; esta interesante cuestión merecería estudiarse empíricamente. Hay que tener en cuenta que el euskara batua, la lengua estandardizada, es una amalgama de varios dialectos, que sigue presentando cierta variación morfosintáctica regional. Por lo tanto, no excluimos la posibilidad de que, en este caso, el euskera no presente una única solución. No obstante, todos los ejemplos HOD de valor AOR incluidos en el método de euskera de Gereño 1981 ponen de manifiesto el uso del tiempo verbal correspondiente al PP español 6 . En esa obra, el PI y el PP tienen sin ninguna excepción como equivalentes los tiempos verbales ilustrados más arriba (Kempas 2006: 235). Una total correspondencia entre el PI y PP y los tiempos verbales en cuestión está presente asimismo en los ejemplos mencionados en Zubiri 2000. En consecuencia, no está excluido que el PP prevalezca o sea la única alternativa en euskera en los contextos HOD y que esto se refleje en el español hablado por vascohablantes nativos. No obstante, debido a las enormes diferencias estructurales que hay entre el euskera y el español, a priori consideraríamos el catalán como una fuente más probable de interferencia en este caso. El cuestionario contenía en total diecisiete oraciones, de las cuales tres son relevantes para el presente estudio. La mayoría de los entrevistados de las pruebas (n = 378) son estudiantes universitarios 7 , pero entre ellos hay también representantes de otras categorías profesionales. Excluyendo a cinco informantes que no indican su sexo, entre los informantes hay 236 (63,3 %) mujeres y 137 (36,7 %) hombres. En conjunto, a los informan- 187 6 Por ejemplo, «Gaur goizeko zortzietan etorri da» («Ha venido a las ocho de esta mañana», p. 27); «Gaur goizeko euria handia izan da» («La lluvia de esta mañana ha sido grande», p. 35); «Ez dizut ongi ulertu. Esan berriz» («No te he oído bien. Dilo de nuevo», p. 43). 7 En la muestra de Tolosa, los informantes son estudiantes de un instituto de educación secundaria y, por lo tanto, más jóvenes que los informantes de las demás muestras. Ilpo Kempas 188 tes se los puede considerar como representantes de la «norma culta». En cuanto a su origen geográfico, todos pertenecen al área del español peninsular «estándar» en lo que respecta al uso de los tiempos verbales, lo que significa que no incluimos en nuestro análisis informantes asturianos o leoneses, porque muchos de ellos - aunque no todos - difieren de los demás peninsulares en su preferencia por el PI en los contextos HOD 8 . Los informantes provienen de las siguientes localidades: Prueba de Madrid (N = 41): Madrid (37), Móstoles (1), Cáceres (1), Valencia (1), San Sebastián (1) Prueba de Zaragoza (N = 51): Zaragoza (33), Huesca (4), Soria (1), Calatayud (1), Fraga (1), Mas de las Matas: (1), Andorra (1), Graus (1), Codos (1), Galluz (1), Paracuellos de Jiloca (1), Lleida (1), Bardallur (1), La Almunia de Doña Godina (1); Logroño (1), Teruel (1) Prueba de Granada (N = 44): Granada (20), Marbella (3), Otura (2), Benalla (1), Huesa (1), Hueneja (1), Cabra (1), Canices (1), Alcalá la Real (1), Campillo Arenas (1), Arroyo del Ojanco (1), Jimena (1), Baza (1), Elche (1), La Línea (1), Salobreña (1), Alhama de Granada (1), Algeciras (1), Alaior (Menorca) (1), Almería (1), Carcabuey (1), Priego de Córdoba (1) Prueba de Santander (N = 59): Santander (25), Torrelavega (10), El Astillero (5), Reinosa (4), Cantabria (3), Los Corrales de Buelna (2), Cabezón de la Sal (1), San Román de Cayón (1), Laredo (1), Penagas (1), Carasa (1), San Vicente de la Barquera (1), Aneto (1), Miengo (1), San Felices de Buelna (1), (no indicada) (1) Prueba de Tolosa (N = 67): Tolosa (46), Ibarra (14), Villabona (2), Amaroz (1), Albeztur (1), Afallo (1), Zirkuzil (1), Irura (1) Prueba de Barcelona (N = 60): Barcelona (29), San Boi (3), L’Hospitalet de Llobregat (3), Badalona (2), Mataró (2), Sant Feliu Llobregat (1), El Prat de Llobregat (1), Vilafranca del Penedés (1), Sax (1), Gerona (1), Pineda de Mar (1), L’Empordà (1), Terrasses (1), Sant Andreu de la Barca (1), Molins de Rei (1), Sant Feliu de Codines (1), Viladecans (1), Ripoll (1), Sitges (1), Esparreguera (1), Artesa de Lleida (1), Premià de Mar (1), Cádiz (1), Sabadell (1), Santa Coloma de Gramenet (1), (no indicada) (1) Prueba de Castellón (N = 56): Castellón (17), Valencia (6), Vila-real (4), Vall d’Uixó (3), Burriana (3), Vinaròs (2), Almassora (2), Alcora (2), Manises (2), Benicassim (1), Bellreguard (1), Fortanete (1), Villena (1), Teruel (1), Alquerías del Niño Perdido (1), Cabanes (1), Cullera (1), Tavernes de la Valldigna (1), Gandia (1), Silla (1), Almenara (1), Betxí (1), Bellus (1), no indicada (1) Se observa que la mayoría de los informantes provienen de siete «polos», esto es, Madrid, Zaragoza, Granada, Santander, Tolosa, Barcelona y Castellón. Además, algunos informantes no son originarios de las zonas que circundan los lugares de realización de las pruebas, pero no lo consideramos como motivo suficiente para excluir las respuestas en cuestión. Como las pruebas de Zaragoza, Granada, Santander, Barcelona y Castellón incluyen más informantes de fuera de estas capitales de provincia, a continuación nos referiremos a ellas con los términos «Aragón», «Andalucía», «Cantabria», «Cataluña» y «Valencia» 9 , respectivamente. 8 Esto es evidente en Kempas en prensa. 9 Escogemos este término porque a la modalidad del catalán - con sus rasgos particulares - hablado en esta zona bilingüe se le denomina valenciano. Castellón de la Plana, donde se realizó la prueba, está situado en la parte norte de la Comunidad Valenciana, en la provincia de Castellón. El Pretérito Indefinido y el Pretérito Perfecto aorístico 4. Acerca del carácter particular del adverbio hoy entre los complementos hodiernales La diferencia aspectual entre el AOR y el PERF descrita más arriba merece particular atención en el caso del adverbio hoy. Como el PI es siempre AOR, los problemas se centran en el valor aspectual del PP - como es de esperar sobre la base de los ejemplos (1) y (2). Por una parte, hoy es semánticamente capaz de encerrar la acción referida, siendo así comparable a complementos adverbiales de tiempo como esta semana, este mes, este año y este siglo. Esta propiedad lo vincula con el aspecto PERF, porque destaca la relevancia del evento pasado para el momento presente: (4) a. Hoy no he comido nada. / Este año no he cambiado de coche. b. Hoy he tenido mucho trabajo. / Esta semana he tenido mucho trabajo. No obstante, el que la acción pasada se haya producido dentro del marco temporal expresado por un complemento adverbial no impide que pueda ser AOR: (5) a. Hoy he visto a Juan en el café. b. Me ha dicho hoy que no puede venir. El que (5) represente el aspecto AOR puede confirmarse mediante una prueba de permutación. El PP del ejemplo (5) es reemplazable por el PI («Hoy vi a Juan . . . »; «Me dijo hoy que . . . »), sin que cambie el significado, mientras que el del ejemplo (4) no lo es. Pero la diferencia entre los aspectos PERF y AOR no es tan clara como se ilustra en los ejemplos (4) y (5). Existen casos en los que a un observador externo le puede ser difícil, incluso imposible, interpretar con criterios objetivos el valor aspectual del PP HOD. Se trata de eventos claramente terminados - y, por consiguiente, diferentes de los ilustrados en el ejemplo (4) - pero que, dependiendo del caso, o son relevantes para el momento presente (PERF) o están desvinculados de él (AOR). Consideremos el ejemplo siguiente: (6) a. Hoy hemos comprado un coche. Es un SEAT. b. He hablado hoy sobre este problema con él. Ahora lo conoce a fondo. La aplicación de la prueba de permutación PP → PI a este ejemplo demuestra que el PP no es reemplazable por el PI sin que se produzca un cambio de significado - aunque esta vez sea menos acusado que al aplicar la prueba al ejemplo (4): el contenido semántico queda (casi) idéntico, pero cambia la perspectiva desde la cual se interpreta la situación. Tanto (6a) como (6b) son de valor PERF, y representan el llamado perfecto de resultado, definido por Comrie 1976: 56 como «un estado actual al que se hace referencia como si el mismo fuera el resultado de una situación pasada». A menudo lleva el adverbio ya: «Él ya ha llegado» (Schwenter 1994: 82). 189 Ilpo Kempas 190 Por lo tanto, sólo la consideración de la oración entera - junto con su contexto - permite definir el status aspectual del PP HOD. No obstante, estamos seguros de que existen casos en los que para un observador externo es imposible definirlo de forma fiable, sobre todo cuando el ejemplo se considera fuera de su contexto. Si bien el empleo del PI en combinación con el adverbio hoy es un hecho indiscutible (cf. apartado 5), en la bibliografía se pueden encontrar opiniones según las cuales no sería gramatical. Interpretamos estas críticas como dirigidas hacia el uso del PI en vez del PP PERF, no AOR. Una de estas posturas data de principios del siglo pasado: Padilla 1903: 265 da a entender que la localización del evento dentro del lapso de tiempo no terminado durante el momento del habla hace que el uso del PI no sea posible 10 . Opinamos que si el ejemplo mencionado por este autor («hoy almorcé fuerte») se enuncia como oración independiente, no seguida de otro elemento que implique que el evento sea de valor AOR, como otra proposición (ej. 3a y 3b), lo señalado por Padilla corresponde al estándar peninsular. En tal caso, el evento tiene el valor PERF. Ahora bien, la situación cambia de forma decisiva cuando se añade un elemento del tipo anterior, que le quita la relevancia para el momento del habla, como: «Hoy almorcé fuerte. Después, me eché una siesta. A las cinco volví al trabajo.» Sin embargo, como hemos señalado, el que el evento pasado se haya producido dentro del marco temporal expresado por un complemento adverbial no obsta para que pueda ser AOR (cf. también el ej. 5). También Gómez Torrego 1989: 114 considera incorrecto el ejemplo siguiente: «*Hoy, 25 de febrero, acudí a clase sin ganas (correcto: ‹he acudido›)». Al igual que el ejemplo anterior de Padilla 1903: 265, interpretamos también éste como de valor PERF, lo que explica aquí el rechazo del uso del PI por dicho autor. Se intuye que el ejemplo ha sido enunciado por un profesor cansado, que por la noche del día del evento está escribiendo un diario. Otra vez, cuando el ejemplo va seguido de elementos que lo relacionan con el momento de la realización del evento, se rompe su ligazón con el momento comunicativo, en cuyo caso corresponde al aspecto AOR: «Hoy, 25 de febrero, acudí a clase sin ganas. La clase fue un verdadero martirio. Agotado, recogí los libros y salí del aula.» Parece como si la opinión expuesta por Alarcos Llorach 1947 (1980: 24-25), según la cual el PP se emplea con adverbios que indican que el evento se ha producido «en un período de tiempo en el que se halla comprendido el momento del que habla o escribe» - que según el autor incluye también hoy - hubiera influido bastante en las actitudes lingüísticas del público. Lo mismo es señalado también por Piñero Piñero 1998: 111. Pero el evidente problema de lo señalado por Alarcos Llorach es que no toma en cuenta el papel de las diferencias aspectuales: es como si, para el autor, todos los eventos producidos hoy fuesen únicamente de valor PERF (ej. 4 y 6). El autor da a entender explícitamente (p. 24-25) que el adverbio hoy se combina exclusivamente con el PP, en contraste con los adverbios 10 «Estaría mal decir hoy almorcé fuerte porque si bien la acción está terminada, la época perdura.» El Pretérito Indefinido y el Pretérito Perfecto aorístico esta tarde y ahora, con los que se puede emplear el PI. El que, para hoy, lo anterior no sea exacto es fácil de demostrar. Además de nuestros ejemplos anteriores, existen resultados empíricos: en el 39,8 por ciento de las respuestas de informantes peninsulares a una prueba de evocación con el adverbio hoy (Berschin 1976: 78) figura el PI 11 . 5. Resultados El cuadro 1 ilustra cómo se rellenó la oración del ej. (3a). Para esta oración tenemos resultados de Aragón, Cantabria, Granada, Tolosa, Barcelona y Castellón; dicho enunciado no figuraba en la prueba que se realizó en Madrid en junio de 2005. Si bien la oración estaba incluida en el cuestionario usado en Kempas 2006, en las presentes consideraciones queremos limitarnos a los datos recogidos en las fechas mencionadas más arriba, usando el mismo cuestionario. La razón es que ahora tenemos buenos motivos para sospechar que, en algunas muestras, las frecuencias elevadas del PP atribuidas a hoy en Kempas 2006 y Kempas en prensa podrían explicarse por el efecto condicionante del propio cuestionario, al que la oración en cuestión sería particularmente sensible. Trataremos este problema más abajo, en el apartado 6. Cuadro 1: «Hoy (yo) _____ a las seis y pico, luego _____ al baño a ducharme.» (Porcentajes entre paréntesis) PI PP Total PI PP Total Aragón 16 (59,3) 11 (40,7) 27 21 (77,8) 6 (22,2) 27 Cantabria 37 (84,1) 7 (15,9) 44 41 (93,2) 3 (7,3) 44 Andalucía 30 (81,1) 7 (18,9) 37 32 (86,5) 5 (13,5) 37 Tolosa 7 (13,7) 44 (86,3) 51 9 (17,6) 42 (82,4) 51 Cataluña 14 (32,6) 29 (67,4) 43 16 (37,2) 27 (62,8) 43 Valencia 6 (20,0) 24 (80,0) 30 7 (23,3) 23 (76,7) 30 Se observa que el PI («me desperté») prevalece en tres muestras en ambas proposiciones, incluso claramente en la cantábrica y la andaluza.Al mismo tiempo, se observa que, en la aragonesa, la proporción del PP es más elevada que en estas últi- 191 11 La oración es: «Oye, ¿____ hoy al profesor López? » - «Sí, pero no estaba en casa». Ilpo Kempas 192 mas. No obstante, para excluir que este resultado se explique por el azar, habrá que considerar primero los datos sobre las otras dos oraciones (ej. 3b y 3c). Los informantes tienden a conservar el tiempo verbal de la primera proposición en la segunda, encabezada por luego. Un rasgo general en el cuadro es, sin embargo, que en todas las muestras el centro de gravedad se mueve hacia el PI, lo que se manifiesta como un ligero cambio en los porcentajes. Esto es evidente en el cuadro 2. Cuadro 2: Combinaciones del PI y PP en las dos proposiciones consecutivas en la línea temporal (Cuadro 1): PI + PI PP + PP PP + PI PI + PP Total Aragón 16 (59,3) 6 (22,2) 5 (18,5) - 27 Cantabria 37 (84,1) 3 (6,8) 4 (9,1) - 44 Andalucía 30 (81,1) 5 (13,5) 2 (5,4) - 37 Tolosa 7 (13,7) 42 (82,4) 2 (3,9) - 51 Cataluña 14 (32,6) 27 (62,8) 2 (4,7) - 43 Valencia 6 (20,0) 23 (76,7) 1 (3,3) 30 Total (%) 110 (47,4) 106 (45,7) 16 (6,9) - 232 Se observa, además, que aparece como alternativa la combinación PP + PI, aunque en menor medida, mientras que la combinación PI + PP no aparece ni una sola vez. El que en ambas proposiciones figure mayoritariamente el PI o el PP puede interpretarse como representativo de la libre variación: ambos tiempos son elegibles, pero en unas zonas se prefiere el PI, y en otras el PP. El uso predominante de un mismo tiempo verbal en ambas proposiciones significa una tendencia a la simetría y la analogía. No obstante, al mismo tiempo, se pueden encontrar algunos contraargumentos a la hipótesis de la libre variación en este caso. Si PI + PP no aparece nunca y PP + PI dieciséis veces - y es una tendencia que se da en todas las muestras - este resultado no puede atribuirse al azar, sino que debe tener alguna otra explicación. ¿Por qué es posible la combinación PP + PI pero no la PI + PP? La segunda proposición del ej. (3a), encabezada por luego, expresa lo que ocurrió después de lo expresado por la primera - esto es, relata un evento producido después de otro, lo que constituye uno de los criterios diferenciadores del aspecto AOR (cf. lo señalado por Lindstedt 2000: 371). Así, el valor AOR del predicado de esta proposición resulta aún más evidente que el de la primera. Creemos que esto explica la ausencia de la combinación PI + PP: por razones históricas el PI es percibido por El Pretérito Indefinido y el Pretérito Perfecto aorístico 193 los informantes como el principal tiempo verbal para expresar eventos pasados AOR, mientras que la gramaticalización del PP como tiempo verbal AOR - incluso en los contextos HOD - todavía no se ha consumado. En otros términos, el PI, por ser el tiempo verbal AOR «por defecto», se asocia con este aspecto más firmemente que el PP. Si bien ambos tiempos verbales tienen en este tipo de casos el valor AOR, entre sí no son del todo equivalentes, sino que se ordenan en una jerarquía mutua, explicable por sus respectivas propiedades semánticas y los vínculos que asocian el PI y el PP con sus usos establecidos en contextos de otro tipo. En cuanto a los verbos empleados en los dos casos, en la primera oración del ejemplo del cuadro 1 predominan - como era de esperar - levantarse y despertarse, aunque aparecen también algunos otros verbos. En la segunda, en cambio, el verbo más frecuente es ir(se). En la muestra de Cataluña, las respuestas de hablantes nativos de español (n = 38) y catalán (n = 22) coinciden en presentar una preferencia por el PP, tal como se aprecia en el cuadro 1: (catalanohablantes nativos: PP 58,9 % y 58,9 %; castellanohablantes nativos: PP 73,1 % y 65,4 %). El que la frecuencia del PP sea inferior en los catalanohablantes constituye un contraargumento a la hipótesis de que la interferencia del catalán aumentaría la frecuencia del PP en la zona cubierta por esta muestra. En cambio, la muestra de Valencia sí presenta una distribución que sugiere el posible papel de la interferencia anterior: los catalanohablantes emplean únicamente el PP, mientras que en los castellanohablantes las frecuencias del PP son del 62,5 y 56,3 por ciento. La posible interferencia del euskera debe excluirse en la muestra de Tolosa, porque los informantes cuyo idioma natal es el español (n = 32) presentan elevadas frecuencias del PP (81,8 % y 77,3 %), aunque, esta vez, son ligeramente superiores en las respuestas de vascohablantes nativos (n = 35) (89,7 % y 86,2 %). El cuadro 3 hace referencia al ejemplo (3b). Como se ve, incluye también resultados de Madrid: Cuadro 3: «Hoy ______ a la universidad justo antes de que --a llover a cántaros.» (Porcentajes entre paréntesis) Madrid Aragón Andalucía Cantabria Tolosa Cataluña Valencia PI 25 (75,8) 21 (55,3) 26 (86,7) 41 (78,8) 8 (15,7) 20 (43,5) 13 (32,5) PP 8 (24,2) 17 (44,7) 4 (13,3) 11 (21,2) 43 (84,3) 26 (56,5) 27 (67,5) Total 33 38 30 52 51 46 40 Se observa que las frecuencias obtenidas presentan una diferencia regional comparable a la del cuadro 1, lo que a la vez confirma esta última. En comparación con el cuadro 1, las frecuencias del cuadro 3 presentan también una ligera variación no Ilpo Kempas 194 explicable por ningún factor concreto: en algunas muestras, la frecuencia de uno u otro tiempo verbal crece o disminuye ligeramente. Como estos últimos cambios no ocurren de forma regular, deben atribuirse a la variación propia del método usado: los resultados caen más bien dentro de un intervalo de variación, y un porcentaje dado tiene siempre un carácter orientativo. La consideración de las respuestas de la muestra de Cataluña en relación con el idioma materno produce el mismo resultado que el anterior: la frecuencia del PP es más alta en los informantes de lengua materna española (64,5 %) que en los de lengua materna catalana (43,8 %). Por lo tanto, las respuestas de los castellanohablantes nativos hacen que la frecuencia general en las muestra en cuestión del PP sea superior a la del PI. Este resultado contribuye a descartar cualquier influencia sintáctica del catalán en las respuestas en la muestra en cuestión. En cambio, en la muestra de Valencia, los catalanohablantes presentan otra vez una preferencia más evidente por el PP (87,5 %) que los castellanohablantes (54,2 %). El análisis de las respuestas de la muestra de Tolosa induce a descartar otra vez la supuesta influencia del euskera en la alta frecuencia del PP. Entre los castellanohablantes nativos, esta última es del 86,4 por ciento, y entre los vascohablantes nativos del 82,8, respectivamente. Se observa, pues, que esta vez el PP resulta incluso ligeramente más frecuente entre los castellanohablantes nativos. La última oración de evocación (3c) presenta la distribución descrita en el cuadro 4. Hay que observar que, al igual que en el cuadro 1, consideramos aquí sólo los casos donde en ambas oraciones figura o el PI o el PP: Cuadro 4: «Hoy _____ al trabajo a las siete. _____ en coche para evitar que la lluvia me ---.» (Porcentajes entre paréntesis) Hoy_ Madrid Aragón Andalucía Cantabria Tolosa Cataluña Valencia PI 10 (47,6) 13 (68,4) 22 (95,6) 30 (81,1) 1 (2,7) 14 (35,9) 3 (13) PP 11 (52,4) 6 (31,6) 1 (4,3) 7 (18,9) 36 (97,3) 25 (64,1) 20 (87) Total 21 19 23 37 37 39 23 .__ en coche Madrid Aragón Andalucía Cantabria Tolosa Cataluña Valencia PI 13 (61,9) 14 (73,7) 22 (95,6) 35 (95) 6 (16,2) 20 (51,3) 3 (13) PP 8 (38,1) 5 (26,3) 1 (4,3) 2 (5,4) 31 (83,8) 19 (48,7) 20 (87) Total 21 19 23 37 37 39 23 El Pretérito Indefinido y el Pretérito Perfecto aorístico 195 Se observa que, en la primera proposición principal, el PP prevalece ligeramente en la prueba madrileña, que presenta una distribución bastante uniforme entre ambos tiempos verbales, mientras que en las pruebas de Aragón,Andalucía y Cantabria prevalece el PI, como en los cuadros anteriores. Esto puede explicarse también por el tamaño bastante reducido de la muestra madrileña. Por otra parte, el predominio del PI no es tan indiscutible como pudiera parecer, sino que el PI puede reemplazarse fácilmente por el PP 12 . En el cuadro 4, el PI presenta en la muestra andaluza una frecuencia más elevada que ninguna de las registradas hasta ahora. Teniendo en cuenta también los datos de los cuadros 1 y 3, se observa ahora que la muestra andaluza, seguida por la cantábrica, presenta el mayor uso del PI. Al mismo tiempo, entre las muestras donde prevalece el PI, la aragonesa y la madrileña exhiben frecuencias menores. Al igual que los cuadros 1 y 3, el cuadro 4 presenta la prevalencia del PP en las muestras de Tolosa, Cataluña y Valencia. Pero resulta interesante la inesperada caída de la frecuencia del PP en la segunda oración de la muestra catalana, donde ambos tiempos llegan a tener de hecho la misma frecuencia. Sin embargo, este cambio no se refleja en la frecuencia relativa de la combinación PP + PI en el siguiente cuadro 5, que ilustra cómo se combinan los tiempos de la primera oración con los de la segunda. Tanto el PI como el PP de la primera oración se conservan la mayoría de las veces también en la segunda, lo que corresponde a los resultados ilustrados en el cuadro 2: Cuadro 5: Combinaciones del PI y PP en las dos proposiciones consecutivas (cuadro 4): PI + PI PP + PP PP + PI PI + PP Total Madrid 9 (42,9) 7 (33,3) 4 (19,0) 1 (4,8) 21 Aragón 13 (68,4) 5 (26,3) 1 (5,3) - 19 Cantabria 29 (78,4) 1 (2,7) 6 (16,2) 1 (2,7) 37 Andalucía 22 (95,7) 1 (4,3) - - 23 Tolosa 1 (2,7) 31 (83,8) 5 (13,5) 37 Cataluña 14 (35,9) 19 (48,7) 6 (15,4) 39 Valencia 3 (13,0) 20 (87,0) - - 23 Total (%) 91 (45,7) 84 (42,2) 22 (11,1) 2 (1,0) 199 12 Un ejemplo de esto es que uno de los entrevistados andaluces indica tanto PI + PI como PP + PP como alternativas en la oración del cuadro 1. Ilpo Kempas 196 En otros aspectos se aprecia una correlación entre el tiempo verbal de la primera y la segunda proposición similar a las representadas en el cuadro 2. No obstante, el cuadro 5 tiene un punto de partida diferente al del cuadro 2. En este último, los dos eventos se presentan como consecutivos en la línea temporal, y en el cuadro 5 no. El resultado es interesante, porque subraya la tendencia hacia la simetría y la analogía respecto del uso de un mismo tiempo en oraciones consecutivas - en lugar del de las relaciones jerárquicas mutuas entre el PI y el PP, que se manifiestan en la casi ausencia de la combinación PI + PP. Por consiguiente, tenemos que descartar la consecutividad de eventos en la línea temporal como condición para la repetición de un mismo tiempo verbal en dos o más proposiciones consecutivas y explicarla por un deseo en el hablante de conservar el tiempo verbal de la primera proposición en la segunda - porque no existe ninguna necesidad de cambiarlo. Visto que las diferencias regionales son tan acusadas, el señalar porcentajes globales para todas las zonas no tiene mucho fundamento. La combinación PI + PP brilla de nuevo (casi) por su ausencia 13 , lo que confirma el resultado anterior mostrado en el cuadro 2. No obstante, en este caso se da algún ejemplo, en que las dos proposiciones no expresan eventos consecutivos, lo que es interesante, ya que para un observador externo no es nada evidente que el evento de la segunda oración tenga un carácter más AOR que el de la primera. De todas maneras, sea cual sea la explicación, resulta indiscutible que una gran mayoría de los encuestados rechazan la combinación PI + PP también en un caso como éste. La consideración de las respuestas de los informantes peninsulares cuyo idioma materno no es el español corrobora los resultados señalados para los casos anteriores. En la muestra de Cataluña, los catalanohablantes nativos utilizan el PP en el 38,5 y 30,8 por ciento de los casos y los castellanohablantes en el 76,9 y 57,7, respectivamente; el predominio general del PP en la primera oración en la muestra se explica otra vez por las respuestas de estos últimos. Como este patrón se repite ya por tercera vez, podemos a estas alturas estar seguros de que no se explica por el azar. En cambio, en lo que respecta a la muestra de Valencia, el análisis confirma de nuevo el predominio del PP en los catalanohablantes, el cual llega al cien por ciento, mientras que en los castellanohablantes la frecuencia del PP es del 78,6 por ciento en ambas oraciones consecutivas. En lo que a la muestra de Tolosa se refiere, ésta sigue exhibiendo altas frecuencias del PP, sin que la lengua materna del informante pueda reconocerse como factor contributivo (vascohablantes nativos: PP 100 % y 78,9 %; castellanohablantes nativos: PP 94,4 % y 88,9 %). 13 Las dos ocurrencias aparecen en las respuestas de una estudiante menor de 25 años, originaria de Cáceres así como en las de otra estudiante menor de 25 años, originaria de Santander. Estos casos aislados pueden representar también un lapsus linguae. El Pretérito Indefinido y el Pretérito Perfecto aorístico 197 6. ¿La otra cara del adverbio hoy? - Algunos resultados contradictorios obtenidos con otro cuestionario El ej. (3a) figuraba en el cuestionario que usamos para recoger datos para nuestra tesis doctoral (Kempas 2006). Se relacionaba únicamente con verbos, mientras que el cuestionario en el que se basan nuestros cuadros 1 a 5 llevaba también otros elementos para rellenar, como conjunciones y artículos. Creemos que, en comparación con el primer cuestionario, éstos distraían la atención del informante de nuestro objeto de investigación, reduciendo así el efecto condicionante del cuestionario. En el cuadro 6 ilustramos las respuestas a la oración (3a), obtenidas mediante ambos cuestionarios. Las pruebas realizadas usando el cuestionario de Kempas 2006 están marcadas en negrita para distinguirlas de las presentadas en el cuadro 1. Cuadro 6: Respuestas a la misma oración para rellenar obtenidas mediante dos cuestionarios distintos: «Hoy (yo) _____ a las seis y pico, luego _____ al baño a ducharme.» (Porcentajes entre paréntesis) PI PP Total PI PP Total Madrid 8 (57,1) 6 (42,9) 14 9 (64,3) 5 (35,7) 14 Aragón 16 (59,3) 11 (40,7) 27 21 (77,8) 6 (22,2) 27 Bilbao 3 (7,3) 38 (92,7) 41 6 (14,6) 35(85,4) 41 Vitoria 0 37 (100) 37 0 37 (100) 37 Tolosa 7 (13,7) 44 (86,3) 51 9 (17,6) 42 (82,4) 51 Santander 1 8 (28,6) 20 (71,4) 28 13 (46,4) 15 (53,6) 28 Santander 2 37 (84,1) 7 (15,9) 44 41 (93,2) 3 (7,3) 44 Andalucía 1 8 (25,0) 24 (75,0) 32 14 (43,8) 18 (56,3) 32 Andalucía 2 24 (82,8) 5 (17,2) 29 26 (89,7) 3 (10,3) 29 En primer lugar, se observa que la muestra madrileña comparte la prevalencia del PI con las muestras aragonesa, santanderina y andaluza - aunque el reducido número total de ocurrencias puede desviar el resultado ligeramente. En cambio, Santander y Andalucía (Granada) presentan una sorprendente diferencia entre las dos muestras: las distribuciones entre el PI y el PP son inversas. Un minucioso análisis de las muestras andaluzas nos permitió excluir todos los factores relacionados con los propios informantes como explicación a lo ocurrido. En- Ilpo Kempas 198 tre otras cosas, estudiamos el posible papel de su origen geográfico, marcando en un mapa de Andalucía las localidades de origen de los informantes. Además, nos planteamos si, en la primera prueba, el hecho de que los informantes fuesen estudiantes de Filología Inglesa se había reflejado en los resultados de tal manera que, por interferencia sintáctica del inglés, empleaban el PP «en demasía» en la situación de test, en comparación con su actuación lingüística normal 14 . No obstante, el que la repetición de la prueba con otro cuestionario produjera un resultado similar también en Santander - esto es, inverso - , demuestra que la explicación más plausible se encuentra en el cuestionario usado. Las oraciones que, en el primer cuestionario, preceden a la oración en cuestión son las siguientes (1-11): 1. Hace un año María y yo ____ un coche. 2. Mañana (yo) _____ a Sevilla por dos días. 3. Los abuelos _____ aquí hace dos horas, y ahora están en el salón. 4. Anteayer (ellas) ____ todo el día para redactar el informe. 5. Perdón, ¿qué ____? Aquí no se oye nada con este ruido. 6. El accidente ____ la semana pasada. 7. Ahora mismo ____ una carta. 8. La semana que viene ____de compras a un supermercado. 9. Ayer (yo) ____ a las ocho y pico, luego ____ al baño a ducharme. 10. Esta noche (yo) ____ la tele. 11. Hace tres días (yo) le ____ una carta. 12. Hoy (yo) ____ a las seis y pico, luego ____ al baño a ducharme. De lo anterior se desprende que los espacios vacíos se relacionan únicamente con los tiempos verbales. Además, la oración en cuestión es precedida por otra que requiere el uso del PI. Consideramos probable que este punto de partida haya «hipersensibilizado» a los informantes, provocando una frecuencia excesiva del PP, que puede explicarse por una tendencia a marcar contrastes entre los contextos temporales presentados. Ello lleva a soluciones que no son «erróneas», pero que no necesariamente corresponden a la elección que harían los hablantes en la práctica entre el PI y el PP. Sin embargo, el cuadro 6 sí confirma la prevalencia del PP en el País Vasco, aunque la prueba de Tolosa no presente una frecuencia del cien por ciento, arrojada a través del cuestionario anterior en Vitoria y en la zona circundante. Parece, pues, que el cuestionario ha tenido la misma influencia, que tiende a aumentar la frecuencia de uso del PP, también en las muestras de Bilbao y de Vitoria, pero esta influencia no destaca con igual claridad, debido al frecuente uso real del PP en esas zonas. Sería difícil creer que Vitoria, situada tan sólo a unos sesenta kilómetros de Tolosa, de hecho presentara mayores frecuencias de uso del PP que esta última. El problema de las frecuencias se presenta solamente con la oración en cuestión, debido al adverbio hoy.Al usar el nuevo cuestionario para Granada y Cantabria, la inclusión de otra oración de evocación, referida a otro contexto HOD, produjo re- 14 En la segunda prueba, los informantes eran estudiantes de Ciencias Económicas. El Pretérito Indefinido y el Pretérito Perfecto aorístico 199 sultados consistentes con los presentados en Kempas 2006: 55. Una misma oración con el complemento «hace dos horas», dio como resultado una frecuencia del 9,5 por ciento para el PP en la primera prueba realizada en la Universidad de Granada (Kempas 2006: 55), y del 6,9 por ciento en la segunda. De modo análogo, la primera prueba que se realizó en la Universidad de Santander arrojó un porcentaje del 13,2, y la segunda del 4,2. Si bien ambos casos presentan una disminución en la frecuencia del PP, el PI y PP conservan su orden proporcional. Opinamos que estos resultados confirman la validez del cuestionario e indican que el uso de los tiempos verbales en presencia del adverbio hoy reviste algunas peculiaridades específicas. 7. Conclusiones En primer lugar, observamos que el adverbio hoy se combina frecuentemente con el PI - aunque a priori creíamos que el tiempo asociado con este adverbio sería el PP. En las pruebas realizadas en Aragón, Andalucía, Cantabria y Madrid, el PI incluso llega a ser el tiempo predominante la mayoría de las veces. Por otra parte, el PP se muestra claramente más frecuente que el PI en Tolosa (País Vasco), Valencia y Cataluña; en esta última, debido a los informantes de lengua materna española. Por consiguiente, estamos ante una diferencia regional, explicable por distintas etapas del proceso de gramaticalización del PP como tiempo AOR. Por tanto, basándonos en los resultados del presente estudio, tenemos que descartar nuestra hipótesis anterior sobre el uso más frecuente del PP con hoy y concluir que, en determinadas zonas, el PI prevalece también cuando en la oración figura este adverbio. Hemos mencionado el resultado de Berschin 1976: 78, según el cual el PI figuraba en el 39,8 por ciento de las respuestas de informantes peninsulares a una prueba de evocación con el adverbio hoy («Oye, ¿____ hoy al profesor López? » - «Sí, pero no estaba en casa».) A la luz de la gran variación regional que existe, a estas alturas nos parece evidente que un porcentaje único no puede emplearse como índice para la España Peninsular en su totalidad. La hipótesis sobre la influencia sintáctica del catalán en las respuestas de los informantes se confirma para la muestra de Valencia, pero se refuta para la de Cataluña. En ésta, en dos de los tres casos considerados, las respuestas de los informantes de habla catalana incluso exhiben una preferencia por el PI, lo que resulta paradójico. Este resultado puede explicarse por una ligera ultracorrección: en comparación con los Valencianos, los Catalanes de la zona de Barcelona pueden estar más «sensibilizados» ante las diferencias entre el catalán y el español o ante la preferencia general por el PP en la variedad regional del español y, por consiguiente, tratar de acercarse a lo que creen ser «más correcto». De todas maneras, en el panorama del proceso de gramaticalización del PP, la influencia sintáctica del catalán/ valenciano, atestiguada por la muestra de Valencia, es un hecho, y puede contribuir a fomentar esa evolución. Ilpo Kempas 200 El que las mayores frecuencias del PP coincidan con zonas bilingües (País Vasco, Cataluña) nos induce a considerar el origen de lo ocurrido. Tocante al País Vasco, para contestar esta cuestión, se necesitan más datos sobre la elección entre los diferentes tiempos verbales en euskera. Sin embargo, ante la muestra de Valencia, que presenta el segundo mayor uso del PP, se plantea la posibilidad de que los hablantes nativos de español hayan adoptado su frecuente uso del PP por la interacción con hablantes del valenciano/ catalán, en cuya habla española se habría introducido por interferencia de su idioma materno. Lo mismo ofrecería una explicación también al frecuente uso del PP por castellanohablantes nativos en Cataluña. La tendencia a emplear un mismo tiempo verbal en dos proposiciones AOR sucesivas parece evidente en nuestro material y la interpretamos en el sentido de que el hablante tiende a la simetría y la analogía. Para el hablante resulta «económico» conservar el mismo tiempo verbal en la segunda proposición cuando también ésta tiene el valor aspectual AOR. Lo interesante es que esta tendencia no se limita a dos (o más) eventos ocurridos en orden cronológico (ej. 3a), sino que se da también cuando los eventos no tienen tal relación entre sí (ej. 3c). Hemos visto que los informantes se muestran reacios a empezar por el PI para continuar después con el PP en la oración siguiente, aun cuando las dos oraciones no sean consecutivas. Una posible explicación podría ser que los ejemplos (3a) y (3c) constituyen una estructura narrativa. El tiempo verbal del relato, cuando los eventos narrados se sitúan mayoritariamente en contextos temporales anteriores al día de la enunciación, es tradicionalmente el PI. No obstante, para confirmar la generalización de este resultado a todos los casos, sería indispensable extender el análisis empírico a más ejemplos. Está justificado plantear si los factores sociolingüísticos influyen en la elección entre el PI y el PP y si, en consecuencia, habríamos tenido que tomarlos en cuenta en la metodología usada. No obstante, por lo general, los fenómenos sintácticos no suelen presentar correlación con factores sociolingüísticos en la misma medida que los del nivel fonético (Silva-Corvalán 2001: 131). Como, en general, ambos tiempos verbales coexisten en los contextos HOD en el español peninsular, nos parece poco probable que los factores sociolingüísticos incidan en este punto. No obstante, lo estudiamos realizando un análisis estadístico con la prueba de Chi cuadrado para la primera oración del ejemplo del cuadro 3 (muestra de Madrid). Obtuvimos como resultado que cualquier correlación entre la respuesta y el sexo del informante queda descartada (x 2 = 2,112; p = 0,146), esto es, el sexo del informante no se refleja en su elección del tiempo verbal. Lo mismo sugieren las respuestas de los informantes incluidos en la muestra «Aragón» (x 2 = 1,910; p = 0,167) a la primera proposición del ejemplo del Cuadro 2 15 . Las restricciones de uso de la prue- 15 Decimos «sugieren», porque según las restricciones de uso de la prueba, no estaría permitido usarla, porque una de las celdas no tiene el valor mínimo permitido (4,92). No obstante, como este defecto es muy pequeño y el valor de p tan elevado, por recomendación de un colega estadístico nuestro mencionamos este resultado aquí. El Pretérito Indefinido y el Pretérito Perfecto aorístico 201 ba no permiten estudiar la posible correlación entre la elección y la edad y la profesión del informante, pero en este caso particular no creemos que exista. La introducción del PP en los contextos HOD es resultado de un proceso de gramaticalización y data de mucho tiempo atrás. El uso del PP para referirse a eventos HOD fue generalizándose a lo largo del siglo XVII 16 , de modo que nos cuesta creer que la variable «edad» influya en la elección entre ambos tiempos verbales. Además, como el uso de ambos tiempos es muy frecuente en los contextos HOD, queda excluida la posibilidad de que uno u otro esté estigmatizado o, por el contrario, resulte prestigioso. La predominancia generalizada del PI que acabamos de poner de manifiesto en cuatro zonas geográficas distintas sirve de contra-argumento a la postura - señalada por autores como Padilla 1903: 265 y Alarcos Llorach 1947 (1980: 24-25) - de que la localización del evento dentro del lapso de tiempo no terminado durante el momento del habla haría que el uso del PI no fuera gramatical, o no correspondiera a la norma del lenguaje estándar. No obstante, ante la variación geográfica que hay dentro de la España peninsular es comprensible que las opiniones al respecto puedan ser variadas. En el apartado 6 tratamos los resultados divergentes que para el ej. (3a) fueron obtenidos mediante dos cuestionarios distintos. Aunque el cuestionario de la primera prueba - destinada a estudiar el uso del PP en los contextos prehodiernales (= ‘antes de hoy’) - no hubiera sido óptimo como para estudiar su uso en los contextos hodiernales, nos hizo tomar conciencia de un rasgo muy interesante relativo a los rasgos semánticos del propio adverbio hoy. Es que este último resulta muy sensible a influencias exteriores, que pueden provocar el uso de uno u otro tiempo verbal. En el caso del ej. (3a), explicamos la frecuencia excesiva del PP por una tendencia a marcar contrastes entre los contextos temporales presentados en el cuestionario. Por «excesivo» no entendemos ‘erróneo’, sino una frecuencia que no corresponde a la actuación normal de los informantes, a una situación comunicativa desprovista de influencias condicionantes del mismo tipo. El caso en cuestión podría compararse con una situación en la que dos niños de casi el mismo peso están sentados en un balancín. El niño que pesa un poquito más, está algo más abajo que el otro. Y para levantar al niño con más peso, hace falta solamente un poco de fuerza exterior. Éste es también el caso del adverbio hoy: el PP está presente de forma subyacente como segunda alternativa, que es fácil de sacar a la superficie. Lo demuestra también la clara presencia, aunque minoritaria, del PP en las respuestas de los informantes de aquellas muestras donde prevalece el PI. Una interpretación a este resultado es justamente que esos informantes podrían en teoría emplear el PI o el PP en los ejemplos en cuestión, pero que normalmente prefieren uno u otro. 16 Véase Kempas 2006, para ejemplos de la coexistencia del PI y PP en los contextos HOD en obras como La dama boba (1613) de Lope de Vega (1562-1635) y La vida es sueño (1635) de Calderón de la Barca. Ilpo Kempas 202 Sobre este punto, las muestras pueden dividirse en dos categorías: en unas, la preferencia por uno u otro tiempo verbal está polarizada (Cantabria, Andalucía, Valencia, Tolosa o el País Vasco en su totalidad), mientras que en otras (Aragón, Madrid, Cataluña) es menos acusada. Para terminar, esperamos que la presente contribución a la mejor comprensión del uso de los tiempos verbales en combinación con el adverbio hoy sea útil para futuros estudios sobre la gramaticalización del PP en la España peninsular. Consideramos sobre todo la identificación de diferencias regionales como un resultado de interés. Hasta ahora, las diferencias regionales señaladas en la bibliografía parecen haberse centrado en la diferencia que existe entre Asturias/ León y las otras zonas peninsulares. El presente estudio ha puesto de manifiesto que también el área del propio español peninsular estándar presenta matices diferentes al respecto y que el proceso de gramaticalización del PP sigue en curso en los contextos HOD - al menos en teoría. Según hemos visto, en el marco del proceso de gramaticalización del PP, el campo semántico de este último se ha ampliado. No obstante, no se puede saber si, de hecho, este proceso continúa o si se ha detenido y si las diferencias regionales señaladas en el presente artículo se han establecido como tales. De todos modos, parece evidente que, si el proceso avanza, lo hace muy lentamente: más arriba hemos mencionado que unos casos de la coexistencia del PI y PP en los contextos HOD pueden encontrarse ya en novelas del siglo XVII. Sobre la base de los resultados obtenidos, puede plantearse ahora la cuestión de si la preferencia de las zonas consideradas por uno u otro tiempo verbal se da también con otros complementos de tiempo HOD, o si se trata de un fenómeno relacionado únicamente con el adverbio hoy, que, según hemos visto, difiere semánticamente de los otros complementos hodiernales por ser capaz de combinarse con el PP de dos valores aspectuales distintos (PERF y AOR) 17 . Seinäjoki Ilpo Kempas 17 Queremos agradecer a la Dra. Dª. Angela Bartens (Universidad de Helsinki) sus valiosos comentarios y observaciones sobre la primera versión del presente artículo así como a la Dra Dª. Mª Concepción López Fernández (Universidad de Cantabria), al Dr. D. Alberto Turón Lanuza (Universidad de Zaragoza), al Sr. D. Gartxot Agirre (Tolosa), a la Lda. Anna López Samaniego (Universidad de Barcelona), al Dr. D. Andreu Blesa Pérez (Universitat Jaume I) su ayuda para realizar las pruebas. 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