eJournals Vox Romanica 73/1

Vox Romanica
vox
0042-899X
2941-0916
Francke Verlag Tübingen
Es handelt sich um einen Open-Access-Artikel, der unter den Bedingungen der Lizenz CC by 4.0 veröffentlicht wurde.http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/121
2014
731 Kristol De Stefani

El nacimiento de la conciencia lingüística romance en el dominio francés

121
2014
Gerold  Hilty
vox7310017
El nacimiento de la conciencia lingüística romance en el dominio francés 1 Résumé: Grégoire de Tours, se rendant compte de ce que le latin littéraire de son époque ne pouvait plus être compris par le peuple, créa, pour et dans ses ouvrages, un latin qui faisait beaucoup de concessions à la langue parlée, un latin dans lequel, comme disait E. Auerbach, la langue vernaculaire était «eingeschmolzen». Mais cette tentative fut bientôt contrecarrée par la réforme carolingienne, qui, restituant la pureté du latin, coupa définitivement les liens entre la langue littéraire et la langue du peuple. Pour pouvoir exprimer des contenus culturels plus élevés (sous forme de sermons, serments, poèmes, etc.) dans une langue que le peuple comprenait, il fallait créer une nouvelle langue. Les premiers textes conservés (Serments de Strasbourg, Séquence de Sainte Eulalie, Sermon sur Jonas) permettent de suivre ce processus difficile. Mots clé: Latin de Grégoire de Tours, distance entre langue littéraire et langue vernaculaire, exigence de prêcher dans langue du peuple, réforme carolingienne, Serments de Strasbourg, Séquence de Sainte Eulalie, Sermon sur Jonas En el prólogo del primero de sus tres libros dedicados a los milagros de San Martín, patrón de la basílica de Tours, Gregorio de Tours, el más importante escritor de la segunda mitad del siglo sexto en la antigua Galia, cuenta que en una visión le apareció su madre preguntándole por qué no narraba en un libro los milagros hechos por el Santo. Gregorio responde: non tibi latet quod sim inops litteris et tam admirandas uirtutes stultus et idiota non audeam promulgare (Bonnet 1890: 77 N2). La madre insiste diciendo: et nescis quia nobiscum propter intelligentiam populorum magis sicut tu loqui potens es habetur praeclarum (Bonnet 1890: 77 N3). Gregorio se deja convencer: sed quid timeo rusticitatem meam, cum dominus Redemptor et Deus noster ad distruendam mundanae sapientiae uanitatem non oratores sed piscatores, nec philosophos sed rusticos praeelegit? (Bonnet 1890: 77 N4) 1 El texto de este estudio corresponde al de la parte central de una ponencia que el autor presentó el 27 de junio de 2012 en la sección de lingüística, titulada «El nacimiento de la conciencia lingüística medieval», del «International Medieval Meeting Lleida 2012», organizado por la Universidad de Lérida del 26 al 28 de junio de 2012. Esta procedencia explica por qué está redactado en castellano. Vox Romanica 73 (2014): 17-26 Gerold Hilty En sus libros Gregorio escribe un latín que hace muchas concesiones a la lengua vernácula, un latín en el cual la lengua vernácula está fundida, «eingeschmolzen» como dice Erich Auerbach (Auerbach 1958: 83). Se da perfecta cuenta del carácter de su lengua y está convencido de que esta forma es digna de conservarse. Por eso conjura a sus sucesores que no corrijan su latín y no cambien nada a su estilo aunque pueda parecer «rústico». La creación de la lengua de Gregorio presuponía la conciencia de una gran distancia entre los estratos culto y vulgar del latin, pero no se trataba todavía de la conciencia de que se había formado o se estaba formando una nueva lengua, románica. Sin embargo, la lengua de Gregorio de Tours es como un preludio del nacimiento de la conciencia lingüística romance. Gregorio no tuvo seguidores en su afán de servirse de una lengua literaria que el pueblo entendiera. Todo lo contrario: hacia mediados del siglo octavo se inicia una evolución que va en la dirección opuesta, la reforma carolingia. Se trata de una reforma cultural general. En el campo lingüístico comprende la gramática del latín, su estilo, su léxico, su ortografía y su fonética y pronunciación. Además, se creó una nueva escritura, la letra minúscula carolina. Esta evolución tuvo consecuencias muy graves para la relación entre el nivel culto, literario y el nivel popular, vernáculo. La distancia entre los dos estratos aumentó y la gente del pueblo ya no comprendía la lengua culta, por ejemplo en la Iglesia, cuando se leían textos bíblicos o se pronunciaban sermones. La Iglesia se dio cuenta del problema y, en 813, convocó cinco concilios regionales. Parece que el más importante fue el de Tours, responsable para las diócesis Le Mans, Angers, Nantes, Rennes y , quizá, la archidiócesis Sens. En este inmenso espacio existían todavía algunas islas de lengua franca. El Canon 17 del Concilio contiene la instrucción siguiente: Visum est unanimitati nostrae, ut quilibet episcopus habeat omelias continentes necessarias ammonitiones, quibus subiecti erudiantur, id est de fide catholica, prout capere possint, de perpetua retributione bonorum et aeterna damnatione malorum, de resurrectione quoque futura et ultimo iudicio et quibus operibus possit promereri beata quibusve excludi, et ut easdem omeliasquisque aperte transferre studeat in rusticam Romanam linguam aut Thiotiscam, quo facilius cuncti possint intellegere quae dicuntur (Wright 1989: 186). No puedo hacer mía la opinión de Roger Wright quien propone que en la última frase de este Canon transferre significa ‘traducir’ solo para la «lingua Thiotisca». En el caso de la «rustica Romana lingua» significaría ‘transferir’ y se referiría al antiguo método «de leer textos en voz alta con pronunciación vernácula» (Wright 1989: 187). Me parece poco probable que el verbo transferre en la misma frase y en una construcción absolutamente paralela tenga dos sentidos diferentes. Pero tampoco creo que en el caso de la «rústica Romana lingua» transferre ‘traducir’ se refiera a una lengua ya completamente constituida. Se refiere a una lengua in fieri. La base material de tales sermones romances no eran, naturalmente, manuscritos redactados en forma definitiva, leídos en voz alta por los predicadores. Es perfectamente posible que éstos intentaran crear oralmente una versión romance de sus ser- 18 El nacimiento de la conciencia lingüística romance en el dominio francés mones, sea improvisando, sea basándose en apuntes preparados, latinos o romances. Del siglo X se ha conservado una hoja de pergamino que muestra lo que podía ser la base material de un sermón romance. Se trata de un sermón sobre la historia del profeta Jonás, pronunciado probablemente entre 937 y 952 en el monasterio de Saint-Amand (Avalle 2002: 331-68). La hoja contiene 490 palabras latinas y 450 romances. Es digno de mencionarse que de las 490 palabras latinas 451 están abreviadas por notas tironianas, de las 450 palabras romances solo 62 se abrevian. Si la romanización de sermones podía ser, por lo menos en parte, el fruto de improvisaciones, este procedimiento estaba excluido para textos que contenían obligaciones, como por ejemplo los juramentos. En estos casos la forma romance tenía que estar preestablecida. Es lo que nos muestran los Juramentos de Estrasburgo, primer texto galorrománico conservado. He aquí este famoso texto: Pro Deo amur et pro christian poblo et nostro commun saluament, d’ist di in auant, in quant Deus sauir et podir me dunat, si saluarai eo cist meon fradre Karlo, et in aiudha et in cadhuna cosa, sicum om per dreit son fradra saluar dift (ms. dist), in o quid il mi altresi fazet; et ab Ludher nul plaid nunquam prindrai qui, meon uol, cist meon fradre Karle in damno sit. Si Lodhuuigs sagrament que son fradre Karlo iurat conseruat, et Karlus meos sendra de suo part non lof tanit, si io returnar non l’int pois, ne io ne neuls cui eo returnar int pois in nulla aiudha contra Lodhuuig nun li iu er. Aludo brevemente a la situación en la cual se prestaron estos juramentos. Después de la muerte de Luis el Piadoso, hijo de Carlomagno, estalló una lucha feroz entre sus hijos. Lotario, el primogénito, había esperado heredar todo el imperio. Pero al final de su vida Luis preveía una tripartición del Imperio, dejando a Lotario la parte central, a Luis la parte oriental y a Carlos la parte occidental. Desengañado, Lotario empezó a luchar contra sus hermanos. Estos se aliaron y vencieron el ejército de Lotario en la batalla de Fontenoy en 841. Luego se encontraron en Estrasburgo para corroborar su alianza. Los reyes Luis y Carlos juraron delante de los ejércitos, y para que los soldados románicos de Carlos entendieran el juramento de Luis, éste tuvo que jurar en romance y viceversa para los soldados de Luis. Los representantes de los ejércitos confirmaron los juramentos en su propia lengua. Los textos están conservados en la Historia de los hijos de Luis el Piadoso de Nitardo. Sé, naturalmente, que para Roger Wright los Juramentos de Estrasburgo no son el primer texto románico procedente de la Galia septentrional. Según el filólogo inglés es un texto latino escrito en una forma que facilita la lectura en voz alta de un texto latino con pronunciación vernácula. Esta idea, sorprendente, se justifica así: Luis el Germánico debía prestar su juramento en una forma que los soldados de Carlos el Calvo entendieran. Esta forma podía ser el latín con pronunciación vernácula. Los organizadores de la ceremonia, no sabiendo si Luis era capaz de leer un texto latino en esa forma, le prepararon un manuscrito con el texto del juramento escrito en un sistema de equivalencia de letra a sonido, prácticamente una transcripción fonética del texto del juramento. Lo que sorprende es que el texto del juramento de los representantes del ejército de Carlos, que no hubieran nece- 19 Gerold Hilty sitado tal ayuda en forma de transcripción fonética, esté redactado en el mismo sistema de equivalencia de letra a sonido. La explicación dada por Wright es que «una vez que Nithard, o quien fuera, hubo escrito el primer juramento para que lo leyera Luis, se sintieron tan satisfechos con lo que habían logrado hacer que continuaron en el mismo estilo para el otro juramento romance, aunque estrictamente no iba a ser de mucha utilidad para el populus de Carlos que, de todos modos, hablaba francés» (Wright 1989: 193-94). Otra vez tengo que decir que no hago mía la opinión de Roger Wright. He aquí las razones. Que a Luis le hubiera hecho falta la ayuda que supone el filólogo inglés para pronunciar su juramento en forma de ser comprendido por los soldados de Carlos, es puramente hipotético. El especialista de latín medieval Bengt Löfstedt por ejemplo opina que los dos hermanos eran bilingües. El bilingüismo de Carlos está fuera de duda (Löfstedt 1983: 262-63). En algunos aspectos, de ninguna manera el texto transmitido puede considerarse resultado de una pronunciación vernácula de un modelo latino que conforme con los resultados de la reforma carolingia habría sido más o menos clásico. Enumero los casos más evidentes: - meon uol. ¿Cuál sería la forma latina afectada por la pronunciación vernácula? La palabra uolium ( francés antiguo vuel, voil) no está atestada en latín. - dift. ¿Por qué sería necesario transformar debet en dift en la pronunciación vernácula presupuesta por R. Wright? El ejemplo muestra además un problema bastante general: la transcripción de las vocales acentuadas corresponde en gran parte al sistema gráfico merovingio, en el cual e cerrada del latín aparece como i, o cerrada del latín como u. ¿Dónde estaría entonces la equivalencia de letra a sonido? - sendra. La palabra senior no puede aparecer en la forma sendra solo para ser pronunciada de la manera supuesta por R. Wright. - de suo part non lof tanit. Para juzgar este caso hay que notar primero que el texto que R. Wright reproduce en la página 193 no contiene la forma transmitida por el único manuscrito, sino una de las numerosas enmiendas propuestas para el paso controvertido (de suo part lo fraint). Hasta 1973 todo el mundo leía el paso como non lostanit. En un estudio publicado en aquel año propuse leer loftanit (Hilty 1973: 514-20; véase también Hilty 1978: 133-36). La propuesta tardó unos veinte años en ser aceptada, por lo menos en parte. En 1995, los filólogos alemanes Kurt Gärtner y Günter Holtus, después de haber estudiado nuevamente el manuscrito, llegaron a la conclusión de que loftanit es la única lección correcta (Gärtner/ Holtus 1995: 103-04) Ahora bien; ¿qué significa loftanit? Como ya mostré hace 40 años, es el resultado de locum teneat, con el sentido de ‘mantiene la posición’, es decir la posición de su parte (de suo part). Supongamos ahora que en un texto latino hubiera estado locum teneat. ¿Quien puede creer entonces que los adaptadores del texto latino, que «se sintieron tan satisfechos con lo que habían logrado hacer», hubieran transformado lucum 20 El nacimiento de la conciencia lingüística romance en el dominio francés teneat en lof tanit para asegurar una pronunciación vernácula en la lectura de Luis? Añado que los resultados de locum y de teneat en el único manuscrito de los Juramentos de Estrasburgo nos orientan hacia los dialectos orientales, entre la Lorena y el Norte de la Borgoña. - Si no hay un sujeto nominal, las formas verbales se construyen en parte con pronombres sujeto , que en un texto latino naturalmente no habrían aparecido. Y hay más: la distribución entre presencia y ausencia de los pronombres sigue exactamente la regla del francés antiguo: el pronombre aparece si la estructura sintáctica permite que preceda la forma verbal, y no aparece en casos de inversión. La única infracción a esta regla en los Juramentos de Estrasburgo corresponde también a la sintaxis del francés antiguo. El pronombre aparece detrás del verbo, si está acentuado, como en «si salvarai eo cist meon fradre» (Hilty 1973: 521-22). Todos estos fenómenos muestran que en el texto de los Juramentos de Estrasburgo tenemos un sistema lingüístico nuevo, fruto de una escisión entre el latín y el romance. Aludo todavía a tres pasos del texto que, a primera vista, parecen quizá contradecir esta afirmación: - Las primeras palabras del texto parecen más bien latín que romance. Es verdad que la construcción tiene carácter latín. Sin embargo, esta construcción aparece frecuentemente también en textos posteriores del francés antiguo: «a dieu benëiçon» (Gaydon), «a dieu quemandament» (Gaufré), «de roi cort» (Altfranzösische Romanzen und Pastourellen), y en el Tristan de Thomas tenemos la correspondencia exacta «pur Deu amur» (Tobler 1921: 71-77). Se trata, pues, de una especie de préstamo, hecho por el romance al latín, préstamo que existía en el francés antiguo, pero que ha desaparecido más tarde de la lengua francesa. - En la frase «Si Lodhuuigs sagrament que son fradre Karlo iurat conseruat . . .» sorprende la ausencia del artículo definido delante de «sagrament». No es un simple latinismo, porque en francés antiguo aparecen frases como la siguiente: «N’ose passer comandament que li a comandé Laris» (Claris e Laris, cf. Tobler 1906: 108-24). La ausencia del artículo en tales casos representa una etapa en la formación del sistema de los artículos en francés. El artículo determina el sustantivo, pero también la proposición relativa lo determina. En la etapa evolutiva en cuestión la lengua se contentó todavía con una sola determinación. Se puede comparar esta situación con la sintaxis del árabe que excluye terminantemente el uso del artículo si sigue una oración relativa. - Por fin, menciono la palabra sagrament. Su forma no es ni latina ni romance, pero sagramentum aparece ya en la lengua de la época merovingia. Es, pues, una especie de término técnico jurídico para designar el juramento. Los Juramentos de Estrasburgo prueban que en la primera mitad del siglo IX se está formando, en la Galia septentrional, una nueva lengua escrita. La reforma carolingia cortó los lazos entre la lengua latina culta y la lengua vernácula. En esta 21 Gerold Hilty situación empieza el proceso de la formación de una lengua escrita, literaria basada en la lengua popular. En vista de este proceso hay que plantearse las preguntas siguientes: ¿Cómo una lengua que, durante siglos, había servido únicamente a la comunicación oral de la vida cotidiana en un mundo concreto, sin aspiraciones superiores, puede desarrollar las posibilidades de expresar contenidos de un nivel cultural más alto? ¿Cómo sobrepasar lo banal, lo adocenado, lo trivial y lo vulgar, lo de todos los días, la vida que no aspira a nada superior a ella? Es evidente que en este proceso el modelo del latín desempeñó un papel importante. Para espresar ideas abstractas existía siempre la posibilidad de servirse de préstamos latinos. La palabra sagrament muestra que la tradición merovingia puede también haber dejado sus huellas. El influjo latino puede aparecer asimismo en fórmulas y construcciones. Se han reunido textos latinos que contenían juramentos comparables a los de Estrasburgo (Ewald 1964). Adoptando la estructura de tales textos, la lengua ya no era una expresión únicamente oral y efímera. También el contenido de los juramentos contribuyó a elevar la lengua sobre el mundo de la comunicación cotidiana, ya que no fue válido solo para el presente, sino también para el porvenir. Gracias a estos rasgos, que se refieren tanto a la forma como al contenido, la lengua vernácula pudo dar un paso decisivo hacia un nivel cultural más alto. En los Juramentos de Estrasburgo podemos observar este paso. El punto más problemático en este proceso de ascensión es todavía la ortografía. El peso de la tradición latina y las dificultades de escribir una lengua que todavía no se había fijado por escrito fueron demasiado grandes para llegar a una ortografía homogénea. Pero las formas en cuya ortografía el copista se aleja de la tradición latina, como por ejemplo en lof tanit, muestran claramente que ya existía la conciencia de un sistema lingüístico diferente del latino. El segundo testimonio de la existencia de una lengua romance en el Norte de Galia es la Cantilena de Santa Eulalia. He aquí las indicaciones indispensables de su origen y de su transmisión (Hilty 2010: 14-15). El texto se ha conservado en un manuscrito que procede de la biblioteca de la abadía de Saint-Amand-les-Eaux, situada en el departamento Nord, cerca de la frontera belga. El códice que contiene la Cantilena no es originario de Saint-Amand. Fue escrito probablemente entre Aquisgrán y Lieja en la primera mitad del siglo IX. En su cuerpo contiene obras del Padre de la Iglesia Gregorio de Nacianzo en latín.Al final del códice habían quedado cuatro hojas en blanco. Se añadió una quinta hoja y estas hojas finales contienen cinco obras: dos secuencias dedicadas al martirio de Santa Eulalia, una en latín, otra en romance, dos poemas latinos y un poema épico en alemán antiguo dedicado a la victoria del rey Ludovico III sobre los Normandos en la batalla de Saucourt (agosto de 881). Las dos secuencias de Santa Eulalia están escritas por dos manos diferentes. Pero la mano que escribió la cantilena romance es la misma que escribió la Chanson de Louis. El modelo de este copista bilingüe fue ya un texto escrito. La canción de Ludovico proporciona un elemento cronológico importante: la canción se compuso, o por lo menos se copió, después de la muerte del rey (en el 22 El nacimiento de la conciencia lingüística romance en el dominio francés título se habla de su pia memoria), acaecida el 5 de agosto de 882. La copia de la Eulalia es, pues, posterior a esta fecha. La composición puede ser, naturalmente, anterior, pero probablemente no anterior a 878, porque el 23 de octubre de este año el obispo de Narbona Sigebord trasladó solemnemente a su sede episcopal reliquias de Santa Eulalia que había recibido del obispo de Barcelona. Después de esta traslación se generalizó en Francia el culto de la Santa. No se sabe dónde se copiaron los textos escritos en las cinco hojas finales del códice mencionado. Numerosos investigadores opinan que fue en la abadía de Saint- Amand, sin que puedan alegar pruebas. Está probado, únicamente, que el manuscrito desde mediados del siglo XII, y quizás ya desde el último tercio del siglo XI, se encontraba en la biblioteca de Saint-Amand. La conclusión que se puede sacar de todo esto es la siguiente: Si el manuscrito, como queda dicho, es originario de la región entre Aquisgrán y Lieja y estaba en Saint-Amand por lo menos a mediados del siglo XII, los textos tuvieron que añadirse en un lugar situado entre Lieja y Saint-Amand. Con esta localización concuerdan tanto los rasgos dialectales valones contenidos en el texto de la Eulalia como la probabilidad de que el copista - bilingüe - viviera en la proximidad de la frontera románico-germánica. He aquí el texto de la Cantilena de Santa Eulalia: Buona pulcella fut Eulalia, Bel auret corps, bellezour anima. Voldrent la veintre li Deo inimi Voldrent la faire diaule servir. 5 Elle no’nt eskoltet les mals conselliers, Qu’elle Deo raneiet, chi maint sus en ciel. Ne por or ned argent ne paramenz Por manatce regiel ne preiement; Niule cose non la pouret omque pleier 10 La polle sempre non amast lo Deo menestier E por o fut presentede Maximiien, Chi rex eret a cels dis soure pagiens. Il li enortet, dont lei nonque chielt, Qued elle fuiet lo nom christiien. 15 Ell’ ent aduret/ adunet lo suon element, Melz sostendreiet les empedementz Qu’elle perdesse sa virginitet. Por o’s furet morte a grand honestet. Enz enl fou lo getterent com arde tost. 20 Elle colpes non auret, por o no’s coist. A czo no’s voldret concreidre li rex pagiens Ad une spede li roveret tolir lo chief. La domnizelle celle kose non contredist. Volt lo seule lazsier, si rouvet Krist. 25 In figure de colomb volat a ciel. Tuit oram que por nos degnet preier Qued auuisset de nos Christus mercit Post la mort et a lui nos laist venir Par souue clementia. 23 Gerold Hilty Si en los Juramentos de Estrasburgo la transcripción gráfica del romance solo en parte ha llegado a establecer una correspondencia entre letras y sonidos, en la Cantilena de Santa Eulalia el sistema ortográfico corresponde en gran medida al sistema lingüístico romance. Las excepciones siguientes no ponen en duda esta correspondencia general: - tres palabras aparecen en forma completamente latina: anima (2) (cuya particularidad está probablemente provocada por el metro y la asonancia), rex (12), clementia (29) - cinco palabras contienen elementos latinos en su vocalismo: buon a , pulcell a (1) (quizá por influjo de Eulali a ), i n i mi (3), par a menz (7), chr i stiien (14). Los latinismos element (15), virginitet (17), honestet (18) (francés antiguo onesté) y figure (25) no son cuerpos extraños, sino préstamos latinos incorporados a la lengua francesa, como muestra su uso posterior a nuestro texto. Lo mismo vale para diaule (4) y seule (25), latinismos incluso menos latinizantes que las formas que se han generalizado (diable, siècle). Tampoco el latinismo empedementz ‘suplicios’ (16) ( impedimentum) es un cuerpo extraño, aunque la palabra no haya sobrevivido en la lengua francesa. Con pocas excepciones tenemos, pues, en el texto de la cantilena una clara correspondencia entre letra y sonido. Esto es tanto más sorprendente que es válido también para las formas dialectales valonas que contiene el texto: lei (en lugar de li, 22), raneiet (en lugar de reniet, 6), coist (en lugar de cuist, 20), auuisset (en lugar de oüsset, 27). El carácter valón de estas formas me parece estar fuera de duda, aunque algunos investigadores lo contestan (Hilty 2005). En nuestro contexto no es necesario, sin embargo, discutir tales problemas. Tampoco hace falta resumir y discutir aquí las controversias con respecto a la lección y la interpretación del verso 15 (Hilty 2012: 122-26). No cambian nada al carácter general del texto. En vista de la enorme diferencia entre los Juramentos de Estrasburgo y La Cantilene de Santa Eulalia en lo que atañe a la actualización de la conciencia lingüística romance volvemos a plantear la pregunta: ¿Cómo una lengua que durante siglos había servido únicamente para la comunicación oral en un mundo cotidiano concreto, sin aspiraciones espirituales superiores, puede llegar a desarrollar posibilidades literarias? Para los Juramentos de Estrasburgo hemos mencionado como elemento que podía favorecer este proceso el hecho de que el texto romance fue integrado en una estructura (la de los juramentos) que en general contenía textos latinos. En el caso de la Eulalia pasó algo parecido. El texto muestra que el proceso de ennoblecer la lengua romance puede deberse a la imitación de elementos formales de la poesía latina (métrica, asonancias, melodía). Con pocas excepciones que se han estudiado y que se deben quizá a la transmisión de los textos, la secuencia romance tiene la misma forma métrica que la latina. El contenido de las dos secuencias es muy distinto. El texto romance es mucho más concreto. Narra lo que pasó en los momentos cruciales de la vida de la Santa: el interrogatorio de Maximiano, la respuesta negativa de Eulalia y los pensamien- 24 El nacimiento de la conciencia lingüística romance en el dominio francés tos que justifican su actitud, el intento fracasado de quemarla y su decapitación. Solo en la descripción de la transfiguración se eleva sobre el mundo terrenal. La secuencia latina es abstracta. Contiene solo dos alusiones a la vida terrestre de Eulalia: que es joven (inhábil para el tálamo nupcial) y que fue arrojada al fuego. El resto está constituido por elementos musicales y, sobre todo, religiosos. El texto romance no se eleva a tales alturas. Pero se eleva a un nivel superior a la vida cotidiana, y esto precisamente por su contenido. Gran parte de los textos romances más antiguos son religiosos, como lo es la Cantilena de Santa Eulalia. Es uno de los rasgos característicos del cristianismo que en él lo más bajo y los más alto se encuentran, se penetran. El niño que nace en la bajeza de un establo es el hijo de Dios. Lo que se narra de la vida terrestre de Cristo y su trato con pastores, pescadores, aduaneros, etc., pertenece al nivel de lo vulgar, de lo adocenado, pero al mismo tiempo tiene una significación superior. La crucifixión, que naturalmente se puede describir con elementos de todos los días, simboliza el milagro de la reconciliación del hombre con Dios. Estos elementos, que trascenden lo terrestre, dejan sus huellas también en la lengua que los describe y le permite elevarse a un nivel más alto. Un último punto: La Cantilena de Santa Eulalia fue compuesta, según toda probabilidad, en una región más o menos limítrofe entre la Romania y la Germania y fue transmitida en absoluta proximidad con un poema épico germánico, escrito por la misma mano. También el texto romance de los Juramentos de Estrasburgo está en contacto con el texto germánico y se sabe que en la formación de una lengua literaria la Germania se adelantó a la Francia septentrional por medio siglo o más. Para el nacimiento de la conciencia de su propia lengua puede desempeñar un papel importante la oposición con otra lengua, que ya conoce posibilidades literarias. Probablemente no será por casualidad que los primeros testimonios de una conciencia ligüística romance en la Galia septentrional procedan de regiones situadas cerca de la frontera lingüística románico-germánica (Hilty 1961: Blatt 5v o ). La conciencia de que la lengua que se hablaba en la parte septentrional de la antigua Galia era una lengua propia, autónoma, se formó en un proceso lento, acelerado, sin embargo, por la reforma carolingia. Este proceso puede considerarse concluido en el siglo noveno. Oberrieden Gerold Hilty † Bibliografía Auerbach, E. 1958: Literatursprache und Publikum in der lateinischen Spätantike und im Mittelalter, Bern Avalle, D’Arco S. 2002: La doppia verità. Fenomenologia ecdotica e lingua letteraria del Medioevo romanzo, Firenze Bonnet, M. 1890: Le latin de Grégoire de Tours, Paris Ewald, K. 1964: «Formelhafte Wendungen in den Strassburger Eiden», VRom. 23: 35-55 25 Gerold Hilty Gärtner, K./ Holtus, G. 1995: «Die erste deutsch-französische ‹Parallelurkunde›. Zur Überlieferung und Sprache der Strassburger Eide», in: id. (ed.), Beiträge zum Sprachkontakt und zu den Urkundensprachen zwischen Maas und Rhein, Trier: 97-127 Hilty, G. 1961: «Die Anfänge der französischen Prosa», NZZ, 26. März, Blatt 5v o , 7r o +v o Hilty, G. 1973: «Les Serments de Strasbourg», in: Mélanges de linguistique française et de philologie et littérature médiévales offerts à Monsieur Paul Imbs, Strasbourg: 511-24 Hilty, G. 1978: «Les Serments de Strasbourg et la Séquence de Sainte Eulalie», VRom. 37: 126- 50 Hilty, G. 2005: *R. Berger/ A. Brasseur, Les Séquences de Sainte Eulalie: «Buona pulcella fut Eulalia» (édition, traduction, commentaire, étude linguistique), «Cantica virginis Eulaliae» (traduction et commentaire), avec les autres poèmes du ms. 150 de Valenciennes: Rithmus Teutonicus & Dominus caelis rex & Uis fidei, Genève 2004; Revue critique de Philologie Romane 6: 116-24 Hilty, G. 2010: «La Cantilena de Santa Eulalia, aspectos lingüísticos y literarios», in: J. M. Lamalfa Díaz (ed.), Santa Eulalia, mito y realidad. Figuración y hermenéutica del texto, Oviedo: 13-24 Hilty, G. 2012: «Altfranzösisch aüner/ aduner», in: S. Dörr/ T. Städtler (ed.), Ki bien voldreit raison entendre. Mélanges en l’honneur du 70 e anniversaire de Frankwalt Möhren, Strasbourg: 117-26 Löfstedt, B. 1983: *R. Wright, Late Latin and Early Romance in Spain and Carolingian France, Trowbridge (Wiltshire) 1982; VRom. 42: 259-63 Tobler, A. 1906: «Auffälliges Wegbleiben des bestimmten Artikels», in: id., Vermischte Beiträge zur französischen Grammatik, II, 2 a ed., Leipzig: 108-24 Tobler, A. 1921: «Casus obliquus im Sinne des possessiven Genitivs dem regierenden Worte vorangestellt», in: id., Vermischte Beiträge zur französischen Grammatik, I, 3 a ed., Leipzig 1921: 71-77 Wright, R. 1989: Latín tardío y romance temprano en España y la Francia carolingia. Versión española de R. Lalor, Madrid 26